[Escucha este texto]- El primer sifón que se inventó fue para las aguas gaseosas, después se creó el gas carbónico y se dieron cuenta que dos productos que chocaban entre sí producían este gas que después de mucho tiempo aprendieron a contener.
- El problema que se presentaba para los consumidores e inventores era la pérdida de la gasificación, aportando como dato que en la época del Imperio Romano se consumían aguas que provenían de manantiales efervescentes de aguas carbonatadas naturales. El líquido se encerraba en vasijas y en las fiestas tomaban esas aguas bajo la creencia de que poseían cualidades curativas.
- Con el paso del tiempo se empezaron a perder los manantiales naturales y el hombre bajo el funcionamiento de la industria farmacéutica comenzó a hacer diferentes preparados para lograr algo parecido a lo que estaban acostumbrados a tomar. Así se fueron haciendo diferentes intentos.
- Aproximadamente en el siglo XVIII las licorerías se separaron de las farmacias y se llevaron con ellas la producción de aguas gaseosas. En Francia se inventó una jarra de cerámica que se adelantó al conocido sifón y que mezclaba el líquido preparado y el agua, produciendo una efervescencia en el vaso cuando chocaban los dos líquidos. Después ese líquido efervescente se empezó a fabricar en polvo, siendo el antecesor de los productos digestivos actuales.
- Todavía quedaba un problema para resolver, el de hacer mantener la efervescencia por un período prolongado, de esta manera se comenzaron a fabricar diferentes aparatos con distintos materiales y formas. En el año 1870 ya existían algunos sifones, pero en ese momento se comenzó a fabricar en serie un envase para las gaseosas, el que requería de que se lo agite para luego servir el líquido.
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