 [Escucha este texto]- La iglesia parroquial de Traba se encuentra en un lugar solitario, sin casas a su alrededor
- Orientada de la misma forma que las de las demás parroquias: cabecera hacia el este, y fachada hacia el oeste.
- El ábside y la nave fueron levantadas en el primer tercio del siglo XIII, aunque la cubrición de la segunda se cambió en 1940 por una bóveda de ladrillo y cemento.
- La base estructural del templo es románica, apreciable en los muros, en la bóveda del ábside y en elementos externos típicamente románicos.
- La fachada principal sufrió en 1716 la última reforma, creyéndose de este año la realización del retablo pétreo que abarca toda su parte central.
- Con el clásico esquema pentagonal, en este retablo de 5 metros de altura, se pueden apreciar varias figuras:
- Parte superior de la puerta de entrada: Imagen ecuestre de Santiago Matamoros, y sobre esta la imagen pétrea de una virgen franqueada por dos sirenas, y encima un relieve que representa al "Padre Eterno".
- Parte Derecha (de arriba a abajo): San Francisco y Eva.
- Parte Izquierda (de arriba a abajo): San Pedro y Adán.
- Un poco más arriba podemos contemplar la sencilla espadaña construida en el siglo XIX.
- En el muro sur de la nave podemos ver una inscripción que pone "ANNO DNI 1899 (8)", un antiguo reloj de sol carente de aguja y la capilla del "Rosario".
- Más adelante nos encontramos con la Capilla Mayor y en el muro norte de la nave encontramos otra nave lateral, la de la “Virgen de los Milagros”.
- Más adelante encontramos una puerta travesera dintelada con varias inscripciones en su dintel.
- La planta de cruz latina
- La capilla mayor o prebisterio que está cubierta con una bóveda de cañón ligeramente apuntada.
- Desde la nave tenemos acceso a las dos capillas laterales.
- En muro testero de la Capilla Mayor destaca un antiguo retablo de madera de estilo barroco-rococó realizado entre 1767 y 1768.
- En este retablo podemos encontrar entre otras la imagen del patrón del templo "Santiago Peregrino".
- Cuenta la leyenda que, durante las invasiones de los
ingleses en el siglo XVII, un soldado quiso robar el copón de oro que
se hizo invisible.
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