[Escucha este texto]- Se encuentra en la Calle Corredera, en un vértice de la Glorieta de San Vicente, adosada a la Casa de los Marín Ponce de León (siglo XVII).
- Se trata de un miliario romano de la época de Augusto (8-2 a. d. C.) perteneciente a la Vía Augusta en su tramo entre Cartago Nova (actual Cartagena) y Eliocroca (actual Lorca).
- Se trata de una columna de 2"35 metros de altura apoyada sobre un cubo de 0"5 metros para darle mayor altura.
- El fuste de la columna, ligeramente más ancho en su base que en su remate, presenta un diámetro aproximado de medio metro.
- Tiene una inscripción, que se conserva incompleta, en letras capitales romanas de época Imperial que reza:
IMP CAESAR DIV AVGVSTVS FIEYNICPOTE IMPXIIIIPONTII MAX XXVIII
- Esta inscripción es una modificación realizada en el siglo XVII sobre la inscripción original, que decía:
IMP CAESAR DIV AVGVSTVS CO TRIBUNIC POTE IMPXIIIIPONTII MAX XXVIII
- Por comparación con otros miliarios similares encontrados en la Región de Murcia, la inscripción completa sería:
IMP CAESAR DIVI F AVGVSTVS CONS XI TRIBUNIC POTEST XVI IMP XIIII PONTIF MAX M P XXVIII
/Emperador César Augusto/hijo del Divino/ /Cónsul por XI vez/Año XVI de su Potestad Tribunicia/ /Generalísimo en XIV campañas y Pontífice Máximo/ /Milla XXVIII/ (desde Cartago Nova hacia Eliocroca)
- El miliario lorquino fue erigido junto a la Vía Augusta entorno a los años VIII y II a. C.
- No se encuentra en su posición original sino que debió ser desplazado desde algún punto del Campo de Lorca a su posición actual.
- En 1411 se empleó como pedestal para colocar una escultura del santo dominico San Vicente Ferrer que por aquellos años había estado predicando en la ciudad, y que aún hoy se puede contemplar.
- Más tarde, en el siglo XVII la familia Marín Ponce de León construyó su casa adosada a la columna, tal y como se puede contemplar hoy día.
- El original de la columna miliaria se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Municipal de Lorca, mientras una copia continúa en la Glorieta de San Vicente.
La leyenda de San Vicente- Cuenta la tradición local que, en el siglo XV, tras predicar San Vicente Ferrer en la ciudad de Lorca, y desencantado por la poca atención recibida por los del lugar, dijo la famosa frase de Lorca ni el polvo mientras sacudía sus sandalias al salir de la ciudad.
- Como «castigo» se decidió situar una estatua suya en la calle más bulliciosa (la calle Corredera) y en la que más polvo levantaran los lorquinos a su paso como homenaje al Santo.
|
|