Manantial Valle de Abdalajís

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Ubicado a las afueras del pueblo, en plena Sierra de Abdalajís.
Considerado Punto de Interés Geológico.
En él se encuentran los Lavaderos del Valle de Abdalajís.
La permeabilidad de las rocas depende directamente de su porosidad, así una arenisca o una caliza son muy porosas, muy permeables. Por otro lado, las arcillas y pizarras son poco permeables, es decir son impermeables.
Las fuentes son afloramientos en superficie del nivel freático. En este manantial del Valle de Abdalajís la superficie del nivel freático queda cortada por la superficie topográfica, por la altura del terreno.
El agua freática acumulada en el subsuelo constituye una riqueza excepcional, especialmente para el abastecimiento y la agricultura, que ha de ser utilizada de forma racional para que no se agote.
No se podrá obtener del subsuelo mayor cantidad de agua que la de la que se haya infiltrado a partir de las lluvias y que esté acumulada en el subsuelo.
No deberían hacerse excesivas captaciones de aguas ni perforaciones en el terreno que afecten al nivel freático para que el agua no se pierda en exceso.
El agua procedente de las precipitaciones atmosféricas, de la lluvia, penetra en el terreno por gravedad, favorecida por la existencia de grietas, fisuras y poros en las rocas que constituyen el subsuelo, constituyendo el agua subterránea o freática.
En el subsuelo el agua penetra sólo hasta una cierta profundidad, en la llamada zona de aireación, donde los poros de las rocas están parcialmente llenos de agua. Esta zona queda limitada por el nivel freático, cuya profundidad varía según la época del año, sube en épocas lluviosas y baja en épocas de sequía.
Por debajo del nivel freático las rocas están completamente saturadas, llenas de agua, constituyendo la zona de saturación, donde el agua se puede mover horizontalmente buscando zonas de menos presión como afloramientos tipo manantial.
Por debajo de la zona de saturación está la zona de estancación donde el agua está inmovilizada empapando las rocas del subsuelo.
En este manantial de la Sierra del Valle de Abdalajís, el límite entre la zona de saturación y de estancación queda definido por la existencia de rocas impermeables.