[Escucha este texto]- Es un vaso griego de pequeño tamaño y cuerpo elíptico. Aunque diferentes museos ofrecen una variada y contradictoria tipología, en los manuales de arqueología y cerámica se describe con boca amplia y exvasada, dos asas grandes enfrentadas que bajan de la boca a los hombros de la pieza, y una pequeña base plana.
- Se ha estudiado también un modelo más pequeño («anforisco cucurbitula», 10-14 cm de altura) y también muy frecuente en los inventarios de las excavaciones. Las conclusiones más aceptadas han llevado a pensar que este modelo `cucurbitula` (en latín «cucurbita» ο «cucurbitula», denomina al calabacín) no era una vasija, sino una ventosa cuyo supuesto uso sería el de sacacorchos o abrebotellas para los sellos o tapones de resina o pez que cerraban las ánforas. Otro uso probable del anforisco que se ha documentado arqueológicamente ha sido el de "mango fijo al tapón", de forma similar a lo observado con las piñas incrustadas en las tapaderas de ciertas ánforas de Albenga.
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