[Escucha este texto]- Galeón español del siglo XVI que luchó en solitario contra ocho galeones franceses.
- A pesar de sufrir dos horas de abordaje francés y recibir más de 500 proyectiles, los 250 soldados castellanos del San Mateo, arcabuceros y piqueros, aguantaron las acometidas enemigas en la batalla de las Terceiras (1582).
- Tras la anexión de Portugal al Imperio español, el Rey Felipe II encargó al granadino Álvaro de Bazán que integrara en la flota hispánica, enfocada más para la lucha mediterránea, las grandes carracas lusas que invernaban en el puerto de Lisboa. Entre estas enormes embarcaciones estaba galeón nombrado San Mateo, de 600 toneladas, que fue apresado por el propio Bazán en los combates marítimos en Setúbal que precedieron a la toma de Lisboa.
- Bazán fue nombrado comandante de la campaña para recuperar el Archipielago de las Azores, que el Prior Antonio, pretendiente al trono, había rebelado contra Felipe II en su huida.
- Contra la flota hispano portuguesa, el Prior Antonio logró reunir a lo largo de 1582 una flota de 40 barcos, la mayoría de tonelaje medio, al mando de Felipe Strozzi, almirante florentino al servicio de Francia.
- Bazán embarcó en sus barcos al Tercio de Lope de Figueroa, a la espera de hacer valer la superioridad de su infantería llegado el caso de un abordaje masivo.
- El 26 de julio de 1582, las dos flotas se toparon frente a frente.
- El galeón San Mateo, al mando de Lope de Figueroa, y donde iban embarcados los mejores soldados de la flota, se adelantó al resto y se dirigió en solitario al corazón enemigo. El hecho de que Alonso, hermano de Bazán, fuera el capitán de este galeón armado con 32 piezas de artillería sugiere que todo pudo ser parte de un plan concebido antes del combate.
- Strozzi lanzó al abordaje de la nave aislada con cinco naves de gran potencia bajo su mando directo.
- Los españoles prefirieron no responder al fuego a discreción de los franceses. Ello se debió a la táctica impuesta por Figueroa, y común entre los españoles, de retener el fuego hasta que los franceses estuvieran borda a borda. La descarga de arcabuceros y fusileros sembró de cadáveres la cubierta enemiga. Frascos y vasijas incendiarias o primitivas granadas de mano fueron el otro recurso de los españoles para mantener a distancia al enemigo.
- Las dos horas de lucha desigual permitieron la llegada de los refuerzos.
- La flota enemiga se dispersó en mil direcciones en cuanto murió Strozzi y se perdieron los mejores barcos. Las bajas francesas rondaron los 2.000 muertos, siendo apresados o hundidos diez buques del tamaño del San Mateo.
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