[Escucha este texto]- Un botijo (también boteja en Hispanoamérica y búcaro en gran parte de la España meridional) es un recipiente de barro cocido poroso, diseñado para beber y conservar fresca el agua.
- En alfarería se define como vasija de cuerpo esferoide, un asa en su parte superior, y con dos o más orificios.
- Por lo general se llama boca al orificio más ancho por el que se llena, y pitón o pitorro al otro, que produce un fino chorrillo ideal para beber sin demasiado desperdicio.
- El botijo es un objeto típico de la cultura española, habitual en Castilla, Aragón y el tercio sur de la Península (Extremadura, La Mancha, Levante y Andalucía), como en las zonas más húmedas del norte o el territorio insular.
- El ejemplar más antiguo aparecido en la península ibérica pertenece a la cultura argárica y fue hallado en la necrópolis de Puntarrón Chico (Beniaján), cercana a la capital de la región murciana, en cuyo museo arqueológico se conserva; pieza importante en la historiografía de la cerámica por tratarse de una `obra cerrada`, con un solo orificio de 2 cm y el asa colocada en la parte superior; la medida del botijo es de 11 x 9,5 cm.
- El principio de funcionamiento del botijo es que el agua almacenada se filtra por los poros de la arcilla y en contacto con el ambiente seco exterior (característica del clima mediterráneo) se evapora, produciendo un enfriamiento. La clave del enfriamiento está, por lo tanto, en la evaporación del agua exudada, ya que ésta, para evaporarse, extrae parte de la energía térmica del agua almacenada dentro del botijo.
- En algunas regiones, antes de usarlo por primera vez, se cura dejándolo durante un par de días lleno de agua y con un poco de anís. En zonas de litoral, para curar el barro se introducen algunos cantos marinos por la boca de carga, se dejan en agua unos días y se enjuaga bien para que no quede regusto a sal.
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