[Escucha este texto]- Ubicada en la Plaza Jerónimo Páez.
- Antiguo palacio de Casas Altas, popularmente conocido como Casa del Judío en recuerdo de Elie Nahmias que la adquirió en 1968, restauró y habitó durante temporadas.
- En su esquina con Calle Horno del Cristo tiene una torre cubierta embozada en celosías junto a corpulentos cipreses.
- En los blancos muros se despliega una fuente adosada con mascarones en sus caños, un sobrio busto de Lucano y la portada neomudéjar con puertas de madera recuperadas de un derruido palacio foráneo.
- En 1975, el edificio se expande y reforma ampliamente uniéndose al Palacio del Duque de Medina Sidonia, quedando un conjunto con fachadas a la Plaza Jerónimo Páez, Calle Horno del Cristo y Calle Rey Heredia.
- Ha estado vinculada con linajes como los Sousa, los Haro, los Armenta y los Cárdenas, sin olvidar sus lazos «con la familia real castellana durante la Baja Edad Media».
- Los documentos más antiguos sobre los inmuebles datan del siglo XIII, en una carta de donación con fecha del 24 de julio de 1237, con motivo del repartimiento que el rey Fernando III hizo de Córdoba y otorgó estas viviendas, con el sobrenombre de `Altas`, a Domingo Muñoz, el Adalid.
- De la época de dominio musulmán se conservan en un interior un adarve coronado de arquillos «que fue reformada bajo la dirección artística del señor González del Campo y que un día sirvió al deslinde de estas casas con los edificios contiguos».
- Una de las intervenciones más destacadas que se llevó a cabo fue la realizada durante la Baja Edad Media por el maestro cantero Maesse Mohamed (el mismo que había construido los baños del Alcázar de los Reyes Cristianos para Alfonso XI) sobre el 1348, que transformó las dependencias en un bello palacio mudéjar. Durante aquella época el palacio pasó a ser conocido como las `Casas del hijo del rey Enrique II`, «porque en ellas nació el infante don Enrique, hijo bastardo del monarca, de su relación amorosa con doña Juana de Sousa, quien a su vez era hija de los por entonces propietarios del edificio».
- Este infante, primer Duque de Medina Sidonia, Conde de Cabra, Señor de Alcalá y Morón, falleció sin descendencia en el año 1404, el inmueble pasó a poder de los Sousa, sus familiares por línea materna. Posteriormente la vivienda fue vendida a los Haro, señores del Carpio, y más tarde a los Armenta. En 1636 el Arcediano Damián de Armenta realizó importantes reformas en el palacio, dando lugar a la fachada que hoy conocemos, según se explica en en el estudio `Casa del hijo del Rey don Enrique II`, de Miguel Muñoz Vázquez, que recoge que en 1975, el recinto se expandió y reformó ampliamente.
- Existen muy pocos documentos gráficos del interior del palacio. Sus últimos propietarios cordobeses, Enrique Merino y su esposa, Josefina López Suárez, abrieron sus puertas a la revista Remanso, que pudo captar la magnificencia de esta espectacular mansión. También hay imágenes de Muñoz Vázquez de 1962.
- La casa cuenta con diferentes patios, siendo los dos primeros de factura clásica. El de entrada, de 1627, contiene fachada frontal de arcos de medio punto con claves resaltadas y delgadas columnas sobre basamentos estilizados.
- En cuanto a la fachada, la principal es de dos plantas con portada de 1636 de dos cuerpos, el primero adintelado, con frontón curvo partido con volutas soportando balcón con frontón curvo mixtilíneo y escudo de armas. El escudo de armas que preside el balcón corresponde al linaje de Armenta.
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