Historia de Pegalajar. InicioWEB personal con 42.657 páginas, 186.294 imágenes
 Inicio 
 Sitios 
 Setas 
 Otras 
Sitios > Europa > Unión Europea > España > Andalucía > Provincia de Jaén > Pegalajar
Historia de Pegalajar
ImprimirInformaciónMandar
Historia de Pegalajar. Miliario romano de CrispoHistoria de Pegalajar. Miliario romano de AdrianoHistoria de Pegalajar. Mapa 1782
Historia de Pegalajar. Mapa 1588Historia de Pegalajar. Mapa 1787Historia de Pegalajar. Mapa 1788
Historia de Pegalajar. Mapa 1799Historia de Pegalajar. Mapa 1847Historia de Pegalajar. Mapa 1862
Historia de Pegalajar. Mapa 1879Historia de Pegalajar. Mapa 1885Historia de Pegalajar. Mapa 1901
Historia de Pegalajar. Mapa 1910Historia de Pegalajar. Principios del siglo XXHistoria de Pegalajar. Epidemia de Cólera. Periódico La Esperanza del 26-7-1855
Historia de Pegalajar. Mapa antiguo
Escucha este texto[Escucha este texto]
  • La ocupación más antigua documentada en su término municipal se remonta al. 2000 y 2.500 a C, en la Cueva de los Majuelos.
  • Las Cuevas de los Majuelos son dos cuevas naturales situadas al Norte de la población, junto a la carretera local que comunica los pueblos de Mancha de Real y Pegalajar a unos 500 metros de este último.
  • La primera de ellas, conocida desde siempre y de gran extensión, forma una amplia sala cubierta por una gran cúpula de piedra natural.
  • La segunda fue descubierta a mediados de la década de 1970, tenía una pequeña y dificultosa entrada tapada por piedra y consta de varios recintos pequeños y comunicados entre si.
  • Estas dos cuevas hubieron de ser habitadas paralelamente en el tiempo, pero los hallazgos arqueológicos han aparecido en la segunda cueva.
  • En ésta aparece cerámica bruñida con mamelones sin bruñir, muy tosca, también aparecen puntas de flecha de cobre malo.
  • La escasez de material metálico contrasta con la gran abundancia de material de silex.
  • La gran cantidad de lascas de devaste sin trabajar (de deshecho) y la aparición de restos humanos junto con útiles de hueso, silex y piedra pulimentada induce a pensar que es un enterramiento en cueva.
  • El material más rico de esta cueva lo constituyen cuchillos, de sílex con base cóncava y su ubicación temporal es problemática.
  • Es probable que en principio fuese utilizada como hábitat, de ahí el material de deshecho de sílex, y después como enterramiento; esta última función del yacimiento podría corresponder a finales de la Edad del Cobre, a principios del segundo milenio a.n.e.
  • Otra de las referencias prehistóricas es el cerro de la Torre de la Cabeza, en el que se mezclan restos de época del Cobre, Bronce, Ibérica , romana y medieval.
  • Hay autores que sitúan aquí la antigua Bigý
  • En la época del cobre-bronce aparece una cerámica decorada, pintada con motivos geométricos y bruñida, hecha a mano.
  • Por la escasez de este material no se puede ubicar exactamente en el tiempo, pero seguramente corresponde a la mitad del segundo milenio a.n.e.
  • Este yacimiento está situado en la ladera Oeste del monte, a unos cien metros de la Torre de la Cabeza
  • De época ibérica, seguramente ibérico pleno o tardío (siglos IV-III a.n.e.). La cerámica que aparece es escasa. Posiblemente fuese una turris o recinto fortificado de carácter defensivo, de control, etc.
  • En la Torre de la Cabeza también aparece cerámica romana hecha a torno. Seguramente la función de esta torre fue semejante a la de época Ibérica.
  • De época romana la necrópolis del Puerto Alto, donde aparece cerámica de tierra sigilata, trozos de tégula romana procedentes de las cistas funerarias y un altar labrado en piedra, de los que se solían colocar junto a los caminos sobre las tumbas. Este puerto fue una importante vía de comunicación entre la zona de Granada y la Loma de Úbeda.
  • Otras necrópolis romanas son las del Colmenar, la Canteruela, los Charcones, el Llano de la Peñuela, la Nogueruela,...
  • En Batacazos aparece también cerámica romana en escasa cantidad, pero no tégulas, por lo que posiblemente responda a la ubicación de una pequeña villa romana.
  • De igual forma que el localizado junto al hoy perdido camino de Cambil a Torres, donde aún se pueden observar algunos cimientos de la primitiva construcción, al lado de ésta existía una pequeña necrópolis.
  • En 1975 se descubrieron cuatro miliarios en La Cerradura, los que dan a conocer la existencia de una importante vía romana que pasaba por la Cerradura y La Guardia (Mentesa Bastetanorum). Esta ruta fue construida por Augusto en los años 8 al 7 a.n.e. y los cuatro miliarios descubiertos corresponden a las cuatro sucesivas reformas y mejoras realizadas por:
    1. Adriano, 136.
    2. Máximo Daza, 305.
    3. Constantino, 307-317.
    4. Crispo, 317-326.
  • A partir de época tardorromana – visigoda comienza la desaparición de los caseríos romanos aislados que se encontraban esparcidos por el término municipal.
  • Las primeras referencias escritas de esta población se remontan al siglo X, en la obra del geógrafo oriental Al Muqadasi, identificándose con la nombrada como Al-Jafr con gran número de cursos de agua y molinos.
  • El mismo nombre de Pegalajar puede traducirse como Peña de la Vega, en referencia a las huertas que se extendían a sus pies.
  • El inicio de la ocupación musulmana en Pegalajar se sitúa en torno a la ocupación de la Fortaleza natural de la Peña de los Buitres. Es muy probable que en época emiral (s. IX y X) la función de Hisn (castillo con la función de refugio para la población dispersa en su territorio más cercano) fue asumida por el asentamiento de altura localizado al pie de la Peña de los Buitres. Se trata de un espolón rocoso, dotado de amplias defensas naturales a los pies de dicha peña, protegido por altos escalones de piedra por su parte inferior y por la concavidad de ésta en la superior. En la parte inferior, varias terrazas rocosas superpuestas formaban la defensa natural, especialmente la última de más difícil acceso, construyéndose un aljibe (Albercón de la Reina), que aún se conserva, para el almacenamiento de agua, como garantía en caso de un posible asedio. Este último punto de defensa, una línea de abrigos naturales y covachas excavadas en la pared rocosa varios metros por encima de la última terraza, a algunos de los cuales había que acceder con escalas. Las defensas naturales se complementarían con elementos de madera de los que no han quedado restos, tan solo su huella en la piedra. En esta época, el campo bajo la fortaleza debió estar cercado y habitado, además de servir de refugio al ganado de la población que se emplazaba en esta zona. Por tanto, la Fortaleza de la Peña de los Buitres serviría, de refugio para la población de varias alquerías circundantes, entre ellas la que pudo ocupar el actual solar de Pegalajar, cuyo origen estuvo muy relacionado con la existencia de la Fuente de la Reja y su perímetro irrigado. Este Hisn y sus alquerías, quedaron integrados dentro del distrito administrativo (Iqlim) de Mantisa (La Guardia de Jaén). Un distrito que según las fuentes escritas fue controlado por las tribus árabes de los Asadíes y los Uqaylíes. Tanto este territorio como su vecino Wadi Abd Allah, se convirtieron en zonas donde estallaron sublevaciones durante el Emirato Omeya. En Mantisa se sublevó y encastilló Ishaq b. Attaf al-Uqayli, mientras que en Wadi `Abd Allah lo hizo Uqasa Ibn Mihsan. Ambos fueron sometidos por `Abd al-Rahman III en el año 913. Quizá fue éste el momento en que se abandonó el antiguo refugio de la Peña de los Buitres, como consecuencia de la orden efectuada por el primer califa cordobés, que obligaba a despoblar todos los lugares defensivos que habían participado en la rebelión de finales del Emirato, estableciéndose su población en zonas más llanas, y por tanto de más fácil control y sometimiento.
  • En tiempos de Al-Andalus sería uno de los hins que protegía una amplia zona de cultivos de regadío que, desde las murallas, descendía hasta el Guadalbullón, con el tradicional sistema de puesta en cultivo musulmán en bancales, regadas con las aguas de la Fuente Vieja o de la Reja, con un embalse y una red de acequias e hijuelas, que aún hoy domina su paisaje.
  • Esta fortaleza (hins) era uno de los eslabones, que con las alcazabas de La Guardia, Cambil, Huelma y otras, formaban la línea defensiva de la Cora de Yayyan (Jaén).
  • Los restos de murallas que aún perduran, bien enmascarados entre las casas o mediante lienzos y torreones, bien visibles en algunas calles, permiten establecer dos secuencias arquitectónicas. Por un lado el primitivo recinto musulmán situado en la cima de la peña y por otro, la ampliación realizada tras la conquista de esta plaza por las huestes de Fernando III, con la construcción de un segundo recinto y el reforzamiento del primitivo con torres circulares más resistentes al ataque de la pólvora.
  • En el verano de 1225, Fernando III entró en el territorio jiennense almohade durante su segunda campaña. Después de sitiar Jaén pasó a la vega granadina y en el retorno asoló varias fortalezas, entre ellas la de Pegalfaxali.
  • La guarnición cristiana de Baeza, acordó atacar la fortaleza de Pegalajar enviando un ejército de cuatrocientos soldados a las órdenes del capitán Alonso de Vilches el día 20 de diciembre de 1243. Antes de amanecer, comenzó el ataque. Cien hombres de caballería, al mando de los capitanes Hernán de Siles y Sancho de Castillejo, se colocaron al lado del barranco que existe al Sur de la fortaleza y frente al Arco de la Encarnación. Otros cien hombres de caballería se alinearon frente a las murallas de Pocasangre, Alcazaba y Campos del Trascastillo, al mando de los capitanes Rodrigo de Cabanillas y Hernando de Sandoval. Y los restantes doscientos hombres de infantería, vestidos con ropas blancas, se ocultaron confundiéndose con la nieve al pie de la muralla del Norte de la fortaleza. Ese día había mucha nieve en los campos, cosa que sirvió de camuflaje a los soldados cristianos. Iniciado el ataque, las fuerzas de infantería, mandadas por los capitanes Ruy Gómez de Quesada y Pedro de Cabanillas, escalaron las murallas y sorprendieron a la guardia. La pronta muerte en la refriega del alcaide Aben-Jussuf y su hijo Mohamed hizo que la desmoralización cundiera y acabara con la resistencia.
  • Esta fue la conquista definitiva de Pegalajar, dentro del objetivo que se había trazado Fernando III de cercar a la ciudad de Jaén.
  • Al año siguiente, en 1245, Fernando III puso sitio a Jaén y en marzo de 1246 la ciudad fue entregada por el rey de Granada junto a los castillos y fortalezas que la rodeaban
  • En el término se ha podido localizar la existencia de tres torreones de época medieval, situados en dirección Norte-Sur, separados unos cuatro kilómetros cada uno.
  • El primero se encontraba en la cresta de la Serrezuela; el segundo de la Torre de la Cabeza; y el tercero situado en la cresta de la Sierra de los Bodegones.
  • El de la Serrezuela se encuentra completamente destruido, junto a él aparece numerosa cerámica medieval.
  • El de la Torre de la Cabeza se conserva aún con la estructura de la época; es una torre circular, sin concentración de hábitat.
  • El de los Bodegones conserva sus cimientos circulares de unos cinco metros de diámetro y pertenece a la misma época que el primero.
  • Pegalajar es cantada en la Serranillas del Marqués de Santillana.
  • El prestigio guerrero de las gentes de Pegalajar era estimado en la comarca. Cuando hacían su alarde de otoño los caballeros y ballesteros de Jaén, la formación era la siguiente: Los cavalleros delante, y luego los vallesteros de Pegalajar, porque son adalides y ombres del campo y están más cerca a los moros, y van en pos dellos (...)
  • El hecho de la posición avanzada de frontera del castillo y población de Pegalajar fue motivo de privilegios para sus moradores. Así Enrique II otorgó un privilegio de franquicias a la población que recoge Tomás Quesada de un texto de 1428 y dice así: El conÇejo e vesinos de Pegalhajar tienen del rey por merÇed que sean francos e quitos que no paguen derecho alguno de todas las cosas que ellos lleuaren o truxieren o conpraren para mantenimiento e basteÇimiento del dicho lugar Pegalajar segund que lo son los de Alcala la Real e de las otras villas e castillos fronteros, otrosi que no paguen todos los vesinos e moradores del dicho lugar Pegalajar ni alguno dellos ningund derecho ni alcauala ni almoxarifadgo ni otra cosa alguna de todas las cosas que ellos e cada vno de ellos lleuaren o truxieren e conpraren e vendieren para su mantenimiento, basteÇcimiento del dicho llugar, ca su merÇed del dicho señor rey es que sean francos e quitos de todo ello que lo son los de la dicha villa de Alcala la Real e de las otras villas e castillos fronteros de moros e segund que se contiene en vn aluala del señor rey don Enrrique, que Dios aya, visahuelo del dicho señor rey por donde les fiso la dicha merÇed segund mas largamente se contiene en el libro del saluado del año XX VIIIº.
  • La Crónica del Condestable Miguel Lucas de Iranzo hace varias referencias a Pegalajar (En 1463) ... el dicho señor Condestable salió de la dicha cibdad de Jahén, con quatrocientos de cavallo, a esperar ciertos cavalleros moros que le dixieron que estavan en Cambil, los quales creya que otro día correrían. E fuese esa noche al castillo de Pegalajar. que es a dos leguas de allí y una de Cambil. Donde, en anocheciendo, con la dicha gente llegó, y muy sosegadamente, y lo más sin estruendo que pudo, se puso para quando los moros otro día corriesen. Y estando así más de la media noche pasada, vínole nueva como los moros se eran tornados...
  • En esta época había un odio en la población hacia los conversos de Jaén, pues generalmente eran los encargados de recaudar los tributos y prestaban dinero a un gran interés. El Condestable los protegía. Algunos nobles, como Fernán Mexía y Juan de Pareja, comendador de Pegalajar, en 1468 decidieron asesinar al Condestable y robar a los conversos de Jaén. Los culpables de la conjura escaparon a la villa de Pegalajar, excepto Fernán Mexía. Y desde allí, so color quel dicho señor Condestable tenía preso a las mujeres e hijos de algunos de ellos, e les avia mandado secrestar sus bienes, por el yerro e traición que avían cometido a fascer, salían a correr a tierra de Jahén, e robavan quanto en el campo fallavan, así ganados como armas e cavallos, e trigo e cevada de las eras.
  • En realidad las razones de esta rebelión venían dadas por el tradicional enfrentamiento entre la nobleza jiennense y por el carácter del Condestable, del que dice la crónica de Enrique IV: ciertamente el Condestable (...), su nuevo género de severidad y de elocuencia hacía que aquellos ciudadanos a quienes jamás pudo nadie sujetar al yugo de la obediencia no se desdeñasen en acatarle como a Rey esclarecido. El imponía numerosos castigos por las faltas más ligeras: a nadie exceptuaba del servicio de las armas, y sin embargo, obedecíanle ciegamente (...), siempre preparados para salir a las más repentinas expediciones, ni recibían otro estipendio que las buenas gracias del Condestable (...), y una ciudad que a duras penas pudo reunir en ningún tiempo quinientos caballos, logró fácilmente presentar mil, resueltos y ejercitados en todo género de pelea. Los peones. a usanza del país llevaban largas picas con ancha hoja de hierro de afilada punta, reforzada en derredor con acero, y espadas cortas o cuchillos. Podía Miguel Lucas a su voluntad poner en hueste hasta 10.000 ballesteros, y enviar la mayor parte a donde por bien tuviese.
  • La rebeldía de Juan de Pareja era un problema para el Condestable. Este llegó a ponerle una trampa para detenerlo, pues hacerlo en la fortaleza de Pegalajar suponía un largo sitio. La trampa consistió en utilizar al alfaqueque de Jaén Alonso el Gordo, que intercambiaba moros y cristianos de una parte a otra de la frontera, el cual había sido asaltado anteriormente por Juan de Pareja. Pero la trampa no dio resultado. El Comendador Pareja no se encontraba entre los asaltantes, que fueron sorprendidos a la altura del Cerro de la Cabeza, donde se refugiaron.
  • El Comendador Pareja no estaba sólo frente al Condestable, era aliado de Fadrique Manrique, que residía en la villa de Arjona y tenía a su mando dicha villa, Mengíbar, Arjonilla, Higuera de Andújar, Cazalilla, Torredelcampo, Fuerte del Rey, Higuera de Martos y Porcuna.
  • Al año siguiente, 1469, las correrías de los hombres de Pegalajar continuaban: robos de ganado en la zona de Andújar, en la sierra de Jaén, etc. Ante estos hechos, el Condestable mandó cercar la villa y el castillo de Pegalajar con trescientos caballeros y mil peones. E como llegaron, luego les quitaron el agua, que venia de una fuente que estava cerca de la dicha villa, e asentaron dos reales sobrella, el uno encima de la Fuente Vieja, do estava el Comendador con la meytad de la gente, y el otro en el camino que viene de Jahén al dicho castillo, de frente a la puerta del arraval, en la qual estava Fernand Lucas, primo del dicho señor Condestable, con la otra gente.
  • Durante el cerco, cada día les combatían por todas partes, e les tiravan con tres o cuatro lombardas e con otros tiros de pólvora, e les facían grande daño. Los sitiados no tenían agua ninguna, salvo una poca en un aljibe del castillo, y ésta era tan mala y tan fedionda que no la podían bever, ni bevían otra cosa salvo vino, y con ello guisavan de comer. Por manera que los de dentro padescían muy grande sed, e la bestias e ganados que tenían dentro pereçían.
  • A los veinte días del cerco, el Rey Enrique IV llegó a la ciudad de Baeza en su viaje por Andalucía. Cuando supo que Pegalajar estaba cercado partió de la dicha cibdad de Baeza, y con él don Pedro de Mendoça, obispo de Çiguença, e Cabrera, e Gonçalo de León, e otros criados e privados suyos, e don Juan de la Cueva, fijo del vizconde de Huelma; que serían por todos fasta doscientos rocines. E fue la vía de Pegalajar. Uno de los privados del Rey era Fernando de Pareja, hermano del sitiado Juan de Pareja.
  • Cuando las atalayas del Condestable vieron llegar la comitiva, éste salió a su encuentro con trescientos rocines hasta media legua, entrevistándose con el Rey, el cual ordenó la entrega del castillo de la villa de Pegalajar. Y luego el dicho señor rey se movió para la dicha villa de Pegalajar. Y como su alteza llegó al real y a las estanças, do estava la gente en el cerco, juntamente dispararon tres o quatro lombardas gruesas que estavan armadas, e más de otros cinquenta o sesenta tiros de pólvora. contra la dicha villa e castillo; que no parescían sino los polvos y quel cielo se rompía.
    Y luego la gente del dicho real dieron una grande grita diciendo:
    - ¡Biva! ¡Biva el rey don Enrique y el su condestable de Castilla! Y su alteza mandó decir a los de la villa cómo estava allí. E luego le abrieron las puertas (...). Y el dicho señor rey entró en la dicha villa y castillo y estovo ende esa noche.

  • Al día siguiente, 12 de mayo de 1469, viernes, el Rey entregó la villa y castillo de Pegalajar al Condestable, el cual puso por alcaide a Pedro de Sepúlveda.
  • El Comendador Juan de Pareja y otros seguidores se fueron a la ciudad de Baeza.
  • Según otras fuentes, tras la venida del Rey, el Condestable dio el castillo al capitán García de Jaén, persona de vida novelesca, de confianza del Condestable y uno de los regidores de la ciudad de Jaén.
  • Por un documento de 1469, en el que se hace referencia a la Fuente Vieja y al riego de las huertas, sabemos que la población mantuvo su tradicional sistema de cultivo.
  • En 1470, las hostilidades con los musulmanes de Granada volvieron a reanudarse. Los espías del Condestable le avisaron de la preparación de una incursión por tierras de Jaén en agosto. El Condestable con quinientos o seysçientos de cavallo e larga gente de pie se colocó secretamente en el castillo de Pegalajar, esperando que los moros entrasen, pero fue una falsa alarma.
  • Tres meses más tarde aparecieron: Y luego el miércoles, que fueron cinco de diciembre, en saliendo el sol, ficieron ahumadas en el atalaya de la Pedregosa, y ovo rebato. diciendo que setecientos o ochocientos rocines moros avían entrado por el angostura de la Guardia. Y llegaron los corredores de aquella parte del río de Guadaandalla, fasta cerca de Torre Bermeja; que no osaron abaxar más.

    Y luego el dicho señor Condestable, con los cavalleros y peones de la çibdad de Jahén, y el dicho Francisco de Escavias, alcalde mayor, con la gente de cavallo que con él estava de la çibdad de Andujar en la dicha çibdad de Jahén salieron al rebato. Y llegando a los Fontanares camino de la Guardia, vieron las batallas de los moros en par de la Pedregosa, bajo el puerto de Letraña (...).
  • El Condestable decidió dirigirse a Pegalajar y tomarles el puerto por la espalda. E yendo de aquella parte del río de la Guardia, por aquella sierra agra, llegando açerca del Peñón. vieron las dos batallas de cavalleros moros, la una de Baça e otra de Guadix, que estavan en el Retamal, a man derecha de como yvan, deste cabo del alcantarilla del Conçejo, que dicen. Como los vieron, enbiaron luego a facer al rey de Granada, que estava sobre Pegalajar, cómo yvan (...). (Los cristianos) vieron que todas las huertas de Pegalajar estavan llenas de moros, y que tenían entrado el arraval, y lo quemavan (...), conoçiendo el grande peligro en que todos iban. ovo de retraer la gente fasta el río de la Guardia. Y al tiempo de retraer mandó que diesen una grande grita. (... Los moros) reçelando que ivan a pelear con ellos, luego a la ora dexaron el conbate y desanpararon el arrabal, que tenían entrado. A tan grand priesa. que con sogas e pleytas se colgavan por las ventanas, que no podían caber por las puertas e portillo que avían fecho.

    Y desta manera el rey moro y todos los cavalleros y peones puestos en batallas, se començaron a yr a la Cabeça y dende, camino del Mercadillo, se fueron a Canbil.
  • En esta época la huerta de Pegalajar, cercana al castillo y muy fértil por el riego de la Fuente de la Reja, debía sufrir periódicamente los devastadores efectos de las incursiones musulmanas.
  • Por otra parte, en épocas de paz existía un continuo comercio entre moros y cristianos.
  • Pegalajar, como población dependiente de la ciudad de Jaén y único contacto de ésta con la frontera, tenía dos aduanas en su término. Una estaba situada en la cañada del Puerto, conocido también como puerto de la Torre de la Estrella por ubicarse allí una antigua torre de vigilancia, era junto al puerto de Cambil un lugar de paso por el que transitaban los almayales y mercaderes en su comercio entre los reinos de Castilla y Granada. En el siglo XV, este puerto había venido a menos en cuanto al tránsito comercial y había dejado de utilizarse como lugar de recaudación de aranceles. Anteriormente se situaban los arrendadores de este impuesto en la enzina que es fondón del puerto de la Torre de la Estrella. Por el contrario, el puerto de Cambil --que se identifica con el actual del Carretón, situado como el anterior en el término de Pegalajar--, era usado por los mercaderes, recaudándose los derechos en el Cuchillejo, lugar que lindaba al allozar de Abenamar, lo que nos indica también la existencia de allozares en los montes de Sierra Mágina, confirmado además por el comercio de almendras entre Cambil y Pegalajar, al que se le sumaba también el aceite, miel, pescado sardinas, azúcar y alfeñique, junto con ganado de bueyes, vacas, ovejas y cabras; y otros artículos, como la greda y el lino.
  • El crecimiento poblacional que se produce en el Reino de Jaén en el siglo XVI influyó también en Pegalajar que, con 284 vecinos (unos 1.136 habitantes) y ante la posible venta del lugar por parte de la Corona, se planteó obtener su independencia jurídica de Jaén, tanto por poder disponer de los beneficios que podría suponer el dominio del futuro concejo y sus cargos, como porque no cayera la población en manos señoriales, pues a todos los vecinos les era evidente la necesidad pecuniaria de la Corona y la posibilidad de ser vendido el lugar a cualquier señor.
  • Luis García de Bailén, junto con su hermano Juan y otros vecinos, convencieron a gran parte de la población y solicitaron del rey Felipe II les apartase de la jurisdicción de Jaén y le diese a Pegalajar jurisdicción, tanto civil como criminal, a cambio de una determinada compensación económica por vecino. El Rey accedió a ello, concediendo una carta de privilegio real. Para delimitar el término y averiguar el vecindario, la Corona mandó al juez Álvaro de Paz, que realizó un censo de los vecinos, anotando los casados, los menores huérfanos bajo "curadores", las viudas, etc., e incluso los moradores ausentes, de los que debía averiguarse su causa y si se llevaron o no haciendas. El fin era que no escapase nadie al control real, pues en ello estribaba el precio final de la exención.
  • El Rey cumplió su parte y concedió a Pegalajar un privilegio real por el que se reconocía la exención de Jaén y el título de villa, con fecha 3 de junio de 1559, a cambio de un servicio a la Corona fijado en 2.550.000 maravedís.
  • En 1559 Pegalajar se exime de la jurisdicción de Jaén y es declarada Villa mediante Carta de Privilegio Real.
  • El pueblo de Pegalajar, tras su independencia, se reunió en la Iglesia, que estaba situada en la parte más alta de la población, dentro del recinto del Castillo, y nombró sus primeros alcaldes independientes: Alonso Rodríguez Talavera y Juan Gómez de Herrera, con los que se inició la nueva trayectoria municipal. Las primeras labores fueron la realización del censo de vecinos, que luego confirmó el juez Álvaro de Paz, y la delimitación del nuevo término municipal, amojonándose su contorno.
  • El municipio inicia un período de florecimiento económico y demográfico, desbordó el primitivo arrabal del castillo e inició la construcción de una nueva iglesia parroquial de mayores dimensiones.
  • En el XVII la población sigue la tónica de la provincia con crisis de subsistencias y carestías.
  • Miguel de Cervantes visitó el pueblo como recaudador de impuestos para la corona.
  • Los nuevos aires reformistas del XVIII propiciaron un nuevo crecimiento de la población, crecimiento que se mantuvo hasta mediados de este siglo en el que, como en el resto de la provincia, la población tuvo que emigrar a otros puntos de España.
  • En 1900 tenía una población de 4.440 habitantes.
  • Vicente Aleixandre recreó aquí su primera versión del Niño Ciego de Pegalajar.
  • Camilo José Cela a su paso por el pueblo pernoctó en una cuadra vacía y limpia.
  • Esta relación se compone de caídos en acción de guerra y asesinados durante la Guerra Civil (Fuente http://heroesymartires.blogspot.com.es):
    Joaquín Carrasco Morales
    Juan Morales López
    Francisco Oviedo de Castillejo
    Sebastián Jurado Guzmán
    Miguel Pérez García
    Pedro Fernández López
    Pedro Almagro Montijano
    Miguel Almagro González
    Manuel Quesada García
    Juan Martínez Soto


Contadores
Página confeccionada por Francisco Miguel Merino Laguna
Ver 2-20042301