Cuando se trata el tema del maquis, frecuentemente se piensa en el Norte, lo cual es un error. En 1945 el coronel de la Guardia Civil Eulogio Limia realizó un informe detallando la existencia de 9 guerrillas en todo el territorio nacional. De esas 9 agrupaciones 4 operaban en Jaén, por una sencilla razón; Jaén cuenta con 4 sierras. Practicamente toda la provincia estuvo repleta de guerrilleros, por eso la Guardia Civil hubo de dispersarse, hecho que facilitó la movilidad de los maquis.
Tras la Guerra Civil Española (1936-1939) Cencerro y su guerrilla se convirtieron en el brote de la resistencia armada, o como ellos se hacían conocer, “Ejército Guerrillero de la República”.
Lucharon en reducidos grupos armados, apoyados por la población civil, conocida más tarde, como “Enlaces”.
Cencerro se convertiría en el jefe de la guerrilla antifranquista de posguerra que recorrería la geografía de Andalucía y, sobre todo, la Sierra Sur de Jaén, manteniendo en alerta durante años a la Guardía Civil.
La Sierra Sur de Jaén se convirtió en su más fiel aliada: escarpadas montañas salpicadas de cuevas, cortijos y abrigos para protegerse de las agresiones de un clima muy duro y, sobre todo, del régimen fascista.
Para su subsistencia en la sierra, tuvieron que robar, asaltar y atracar e, incluso, secuestrar a derechistas y a terratenientes.
Con los fondos y víveres recaudados se financió la organización clandestina del Partido Comunista, la celebración de asambleas, la propaganda, el pago de los servicios de avituallamiento a los cortijos más desfavorecidos y se socorrió a familias de presos políticos, tras el fusilamiento o encarcelamiento de estos.
Durante años tuvieron en jaque a la Guardia Civil, se convirtieron en una molesta amenaza del régimen que veía en las guerrillas una verdadera intimidación para sus objetivos al ser los precursores de la esperanza para una población oprimida y sometida.
No se reparó en medios para acabar con la presencia de los “guerrilleros”. El régimen franquista ocultó deliberadamente este problema político al que tuvo que hacer frente con gran esfuerzo y con un coste humano aún hoy desconocido en toda su dimensión. Las cifras hablan en la actualidad de quinientos detenidos y 86 muertos en la Sierra Sur.
Durante su existencia, la Guerrilla de Cencerro estuvo compuesta por un número variable de guerrilleros que, en el año 1947, era de veintiún hombres decididos a cobrar sus vidas muy caras.
Esta partida, demasiado numerosa, se dividió en grupos de tres o cuatro hombres armados, que dependían en última instancia de Tomás Villén, “Cencerro”.
Guerrilla nº 1:
Tomás Villén Roldán "Cencerro" (Jefe).
José Crispín pérez ("Crispín").
Toribio Baeza Palomino ("Carambita").
Antonio Olmo Collado ("Rábano").
Antonio Malina Melero ("Rubio Ollero").
Guerrilla nº 2:
Francisco Nieto Torres ("Manola").
José GafcíaLíndez ("Niño").
Manuel García Malina ("Botaño").
Guerrilla nº 3:
Antonio Fajardo Sánchez ("Piñero").
Juan Marín Maqueda García ("Juanico").
José Antonio Gálvez Prieto ("Paquete").
Antonio La Rubia Expósito ("Payuso").
Guerrilla n° 4:
Adriano Collado Cortés ("Zoilo").
Manuel Alcalá Malina ("Petrolero").
Segundo Funes Villén ("Cristo").
Antonio Ortega Ruiz ("Rábano-Zaragorda").
Manuel Pimentel Briones ("Roque").
Guerrilla n° 5:
Manuel Jaén Bravo ("Formal").
Ramón Jiménez Contreras ("Pena").
Francisco Bonilla Bonilla ("Bautista).
José Bonilla Bonilla ("Raspa").
Cencerro se convirtió en uno de los hombres más buscados de la provincia hasta que, el 17 de julio de 1947, fue asesinado en Valdepeñas de Jaén, en dramáticas circunstancias.
Su historia, recogida en la obra “Cencerro, un guerrillero legendario”, escrita por el investigador y criminólogo Luis Miguel Sánchez Tostado y editada por ADSUR (Asociación Para el Desarrollo Rural de la Sierra Sur de Jaén).