Su puerta la puerta oriental que comunica con la mezquita (Aljafería. Mezquita).
Es una sala rectangular en cuyo extremo occidental se abre una alcoba cuadrada de reducido tamaño o “alhanía” (Aljafería. Alhanía), siguiendo el ejemplo de los palacios califales cordobeses, “especialmente en al-Amiriyya”, la finca de recreo construida por Almanzor al oeste de Madinat al-Zahara. Sirve de pequeño museo.
Tuvo que ser sala espectacular, que lamentablemente ha perdido casi toda la decoración de su época.
El salón estaba decorado por alabastro y en la zona superior había una inscripción con versos coránicos sobre la Creación.
La decoración en ataurique que tapizaba las paredes de este Salón ha desaparecido en su mayor parte. Pero gracias a los restos conservados en el Museo Provincial de Zaragoza y en el Museo Arqueológico de Madrid, sabemos que las yeserías estaban policromadas en tonos azul cobalto, rojo cinabrio y verde en los fondos y en tono dorado en los atauriques. En ellas encontramos piñas, flores, granadas, hojas de acanto siguiendo la tónica del arte en la época califal; así como elementos decorativos de época taifa como la “palma taifa”, palmetas, etc.
La estancia de la izquierda u occidental, da paso a lo que hoy es un pequeño museo, en donde podemos ver restos del palacio musulmán. Son estancias de escasa profundidad. Durante la restauración llevada a cabo por Íñiguez se reconstruyó utilizando modelos en escayola de los restos que se conservaban. Esta portada, en su estructura, recuerda a las puertas omeyas de la mezquita de Córdoba.