| Fragmento de cerámica. Museo Arqueológico de Úbeda | |
[Escucha este texto]- La fase más antigua de ocupación data del Neolítico, le sigue la Edad del Cobre, sucediéndose la ocupación hasta el Bronce Pleno. Después de esta fase es posible que el asentamiento se redujera de tamaño, ocupando la ladera norte del cerro y que correspondería a algunos materiales del Bronce Final localizados en la Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares. Tras el abandono prehistórico, hay un vacío de ocupación hasta época Bajoimperial.
- Forman parte de un extenso yacimiento arqueológico que se sitúa bajo el actual Barrio del Alcázar (unos 62.000 m2).
- Este espacio se configura como el límite meridional del casco urbano de Úbeda estructurándose como un verdadero espolón con disposición alargada en sentido Norte-Sur con un amplio dominio visual sobre el Valle del Guadalquivir.
- En las laderas, de pendientes muy pronunciadas, afloran las rocas blandas, niveles de areniscas y margas en disposición horizontal que conforman grandes plataformas sobre las que se construyeron, y adaptaron su trazado, las estructuras defensivas de época histórica que acabaron definiendo el primer recinto amurallado de la Ciudad: El Alcázar.
- El yacimiento tiene forma triangular.
- El yacimiento forma parte del casco urbano de Úbeda, situado a unos 150 m al sur de la monumental plaza renacentista de Vázquez de Molina. Sus límites coinciden con el conocido como Barrio de El Alcázar, que comprende todo el primer recinto amurallado de Úbeda.
- La primera ocupación documentada en Las Eras del Alcázar (3.500 – 2.500 a.n.e. Neolítico) se caracteriza por un modelo agrario (cereales, leguminosas y un incipiente olivar) y ganadero (vacas, cerdos, ovejas, cabras y caballo, garantizando el abastecimiento cárnico, etc.), dominado por un bosque de pinos y abedules (más del 70% de la cobertura vegetal). Las viviendas o unidades habitacionales muestran un patrón de estructuras circulares, excavadas en el suelo, con alzados de tapial, adobes y elementos vegetales. Eran de pequeñas dimensiones y con funcionalidad múltiple. A pesar de que la esperanza de vida era muy corta la primera ocupación que pobló la ciudad de Úbeda se caracteriza por gozar de buena salud y una talla elevada (hasta 1,70 los hombres), presentando una gran musculatura en miembros superiores e inferiores, no discriminándose diferencias sustanciales de género ni en el aspecto físico ni social.
- La segunda ocupación (2.200 – 2000 a.n.e. Calcolítico) muestra el desarrollo del modelo agrario precedente en detrimento del bosque que poco a poco va desapareciendo, lo que propició un incremento de las superficies cultivadas de cereales, leguminosas y olivos. La ganadería se consolida como fuente principal de abastecimiento cárnico. Las viviendas, cuyos trazados siguen siendo circulares, aparecen ya exentas, construidas sobre zócalos de mampostería y alzados de tapial y adobe. El tamaño de éstas creció y en sus espacios comienza a desarrollarse una división técnica y espacial del trabajo (áreas textiles, almacenaje de cereales, manufactura de instrumentos de piedra tallada etc.). La ausencia de espacios funerarios en el hábitat, indica la existencia de verdaderas necrópolis situadas fuera del espacio habitable, por lo que no se tienen datos de la población de esta época.
- La tercera ocupación (2.000 – 1700 a.n.e. Bronce) el modelo se ve totalmente transformado, no sólo por la deforestación que señala a un cambio climático, sino también por otros factores como la incorporación de Úbeda a un nuevo modelo económico, caracterizado por una división y especialización del trabajo. En cuanto al sistema constructivo también se produce un cambio drástico, ya que tras un aterrazamiento, el patrón urbanístico se caracteriza por viviendas de formato rectangular, zócalos de mampostería y alzados de tapial y adobes, con una mayor división espacial del trabajo y presentan la inclusión de enterramientos bajo suelos de las viviendas (en cámaras, vasos cerámicos etc.). A pesar de incrementarse la esperanza de vida, señalan a una población peor nutrida con graves efectos en la población como problemas de crecimiento, mortalidad infantil etc. Los hombres siguen manteniendo el desarrollo muscular en ambos miembros, aunque el aumento de fracturas, hernias, etc. señala un incremento en la intensidad de los trabajos agrícolas, sin embargo las mujeres pierden desarrollo muscular en las piernas, lo que nos indica un cambio en el trabajo, que pasa al ámbito doméstico.
- Los registros se ven interrumpidos en un nivel fechado alrededor del 1700 ANE por una profunda reordenación urbanística del Siglo IV d.n.e., en época de Constantino, tras la cual se superpondrán las tramas urbanas históricas hasta alcanzar el urbanismo renacentista. Este rápido proceso de superposición, implica la desaparición en la zona hasta el momento investigada de restosconstructivos y sólo se registren restos de materiales cerámicos hasta época renacentista.
- Las fuentes documentales de época medieval y moderna, sobre todo las existentes en el Archivo Histórico Municipal, nos informan de la importancia de la ciudad musulmana de Úbeda y la ocupación del Alcázar hasta principios del siglo XVI (año 1507) cuando se hace efectiva la orden de demolición del Alcázar de 1503 por los Reyes Católicos, debido a los problemas que planteaban las continuas luchas nobiliares.
- Exactamente, no está claro a qué hace referencia esta demolición. Teniendo en cuenta la gran extensión del Barrio del Alcázar, parece evidente que la mayor parte del interior del mismo no se vería afectado por la destrucción. No obstante, a raíz de esta coyuntura el poblamiento en esta zona parece que fue reduciéndose de forma progresiva en beneficio de otras áreas urbanas, hecho que, paradójicamente, intervino de forma decisiva en la conservación de un importante patrimonio histórico-arqueológico en el subsuelo que ha permanecido hasta nuestros días.
- De los restos encontrados destaca una cista de enterramiento, cubierta por dos lajas de piedra plana. En su interior, un cadáver en posición fetal, orientado en posición Este-Oeste. Lo acompañaba un ajuar compuesto por una botella de cuerpo ovoide; un gran cuenco de paredes abiertas, con una rotura antigua reparada mediante lañado, según indican las diversas perforaciones; un cuenco hemiesférico incompleto y un punzón de cobre.
- En otra estructura, parcialmente destruida perteneciente a un enterramiento, se recuperaron granos de cereal y otras semillas, dando la sensación de haberse extendido un puñado de éste sobre el cadáver.
- También se hallaron restos óseos incluidos en una nueva estructura de enterramiento múltiple y reutilizado. Como ajuar del enterramiento, se obtienen varias vasijas carenadas, un punzón metálico, adherido al cual se aprecia lo que podría ser el resto de una empuñadura en madera u otro materia muy mineralizado.
- Hay que destacar el hallazgo de un idolillo oculado que se sitúa cronológicamente en el Cobre Pleno, realizado sobre hueso de oveja o cabra y trabajado con pequeñas incisiones sobre éste que luego se rellenaban de almagra, para darles mayor relieve.
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