Mezquita Catedral. Trascoro

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El muro del trascoro de la Mezquita Catedral de Córdoba fue construído por el maestro Juan de Ochoa.
La obra presenta una disposición triangular, con tres huecos con frontones rectos que están coronados por un relieve que representa a San Pedro en la Cátedra, flanqueado por cuatro figuras exentas.
En el trascoro se aprecia la dinámica fascinación de la arquitectura manierista de Juan de Ochoa.
Frente al trascoro se encuentra la serliana, construída por Hernán Ruiz "el Nieto", conocido también como Hernán Ruiz III, que realiza la función de pórtico de la Capilla Mayor y del Coro de la Mezquita Catedral de Córdoba. Se alza a partir de un orden toscano de pilastras sobre las que descansa el entablamento, que consta de un friso ornado con cartelas, ovas y escudos del Obispo Don Pablo de Laguna, obispo de la Diócesis de Córdoba entre los años 1603 y 1606
Don Leopoldo de Austria (1541-1557) hizo la decoración del deambulatorio de los pies del coro (Mezquita Catedral. Coro), es decir, al otro extremo de la Capilla Mayor (Mezquita Catedral. Capilla Mayor).
Se decoró la bóveda de crucería gótica con Arco de herradura a los pies del Coro con ocho figuras de virtudes.
La decoración del arco de herradura de la nave axial situada a los pies del coro, contando con un total de veintidós figuras en hornacinas, coincidiendo con las diversas dovelas del arco.
Más arriba, y embutidas en un arco de medio punto, encontramos varias esculturas, destacando “La Madre de Dios”, que entonces era titular del templo, bendecida por el “Padre Eterno”, ubicado sobre ella. A ambos lados se encuentran “David” e Isaías” en actitud orante. Se piensa que el conjunto, por estilo y momento de ejecución, pudiera pertenecer a Hernán Ruiz II el Joven.