Las Calles Alta y Baja de la Magdalena actuaban a manera de dos calles maestras que conectaban el núcleo del Barrio de La Magdalena con los aledaños de la Puerta de Martos (Muralla. Puerta de Martos) donde ambas venían a concurrir.
Esta calle asentaba sus escasas viviendas y corralones en las primeras estribaciones del Cerro de Santa Catalina.