Castillo de Doña Mencía

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Se encuentra integrado en el casco urbano.
Las tierras donde se asienta esta población fueron donadas por el rey Fernando III a don Alvar Pérez de Castro por su valentía en la conquista de Córdoba.
Levantado por Diego Fernández de Córdoba en el siglo XV. La fortaleza con torres cilíndricas en los ángulos y cuadradas en sus flancos, entre las que destaca la torre del homenaje.
De entre ellas destaca la torre del Homenaje que tiene una hornacina que da a la Calle Llana y tiene la imagen de la Virgen de la Asunción.
Don Alvar construyó allí una fortaleza y una heredad a la que le dió el nombre de su esposa Doña Mencía.
El castillo tenía la necesidad de defender el camino de Baena a Cabra durante el Siglo XIII.
En las mazmorras del castillo estuvo prisionero -según cuenta la leyenda- el Gran Capitán, cuando tan sólo contaba con dieciséis años.
Se destacan cinco etapas de ocupación del Castillo de Doña Mencía.
La primera en la época tardorromana, hacia el siglo IV - V - VI en la época visigoda, debida a un asentamiento rural.
La segunda en el siglo XIII, con la Orden de Calatrava que levantaron una atalaya.
La tercera a comienzos del Siglo XV, levantando el castillo arquitectos mudéjares al servicio de la Casa de los Fernández de Córdoba.
La cuarta etapa, iniciada en el siglo XVI, se correspondería con la transformación del castillo, en sus nuevas funciones de almacén, granero y molino.
En cuanto a la quinta etapa, se desarrolló a comienzos del siglo XX, con las religiosas de Cristo Rey.