Halladas en 1992 en el término municipal de Cambil Jaén.
Se trata de las primeras huellas de pisadas de vertebrados del Triásico encontradas en la Cordillera Bética.
Son icnofósiles (fósiles de huellas)
Se trata de 8 huellas fósiles de 30 centímetros, 5 de los miembros traseros (pies) y 3 de los delanteros (manos).
Las pisadas de los miembros posteriores son de 30 cm. más largas que anchas.
La zancada es aproximadamente de 162 cm. y el paso oblicuo de 84 cm.
Las impresiones son relieves invertidos o contramoldes en arenisca. Esto se produce porque las huellas se endurecieron sobre limos y posteriormente se rellenaron de arenisca roja, petrificándose con el paso del tiempo.
La buena conservación indica que el sedimento tenía un alto contenido en agua, que era parcialmente consistente, endurecido y con un comportamiento elástico. Condiciones propias de las zonas de litoral o cercanas a un cauce fluvial.
Sobre areniscas del Trías Sudibérico
De un animal de unos 5 metros de largo (en base a la longitud de los pies y al doble paso) que anduvo por estas tierras hace 225 millones de años de la Era Secundaria.
El especimen en cuestión pertenecía a la subclase de los Arcosaurios
No se trata de un dinosaurio propiamente dicho sino de un antecesor suyo y también de los caimanes y cocodrilos.
Como reptil, tenía la piel escamosa y se desplazaba aún a cuatro patas.
Destacan en las huellas el tamaño de sus dedos y las marcas de escamas y callosidades.
Posiblemente omnívoro, quizás un depredador, armado con poderosas garras de hasta 2,5 cm.
El profesor Alberto Pérez López, que fue quien descubrió estas huellas