| Espadaña que da a la Calle Roelas | |
[Escucha este texto]- Ubicada en la Plaza de San Rafael a la que da nombre, también asoma a la Calle Roelas.
- El Arcángel Rafael. Considerado erróneamente patrono de Córdoba, San Rafael es en realidad el custodio de la ciudad. Su historia está repleta de leyendas, misterio y milagros.
- Córdoba se vio azotada por una feroz epidemia de peste en el año 1274. Era entonces Obispo Don Pascual, quien edificó un hospital y un cementerio para los afectados, situado en la que es hoy Plaza del Triunfo.
- La primera aparición del Arcángel San Rafael fue ante Fray Simón de Sousa, entonces Comendador del entonces Convento de La Merced: "… Dirás al Obispo Don Pascual que está Dios muy satisfecho de su vigilancia y cuidado, que por sus oraciones y de otras personas y por la intercesión de su Santa Madre, se ha compadecido de este pueblo; que ponga mi imagen en lo alto de la torre de la Iglesia Catedral y exhorte a todos los feligreses a que me sean devotos y celebren mi fiesta todos los años…". Fue a comunicar el prodigio al obispo, quien mandó colocar en la torre-campanario de la catedral una efigie del santo. Seguidamente, los males cesaron en la ciudad.
- Una segunda vez se apareció San Rafael a Simón de Sousa, quien se lo dijo al obispo, y éste mandó colocar una efigie del Arcángel en lo más alto de la torre de la Iglesia de San Pedro.
- Más tarde, en el siglo XV, otros brotes de peste azotaban Córdoba. San Rafael se mostró varias veces ante el párroco Andrés de Roelas, también conocido como El Padre Roelas. La última de ellas ocurrió la madrugada del 7 de mayo de 1578. Le dijo: “Yo te juro, por Jesucristo Crucificado, que soy Rafael, ángel a quien Dios tiene puesto por guarda de esta ciudad”. De nuevo se libraron los cordobeses del contagio y la muerte, y de ahí nació el culto al arcángel. Esta escena se conoce como El Juramento. Dio nombre al templo que se levantaría en el siglo XVII sobre los restos de la Casa del Padre Roelas. Este juramento aparece en las cartelas de todas las imágenes del Arcángel de la ciudad.
- El Obispo y el Cabildo Catedral partieron a Roma con el fin de solicitar un día de rezo propio, siendo concedido el 7 de Mayo, día de la última aparición. Se realizaron multitud de festejos en la ciudad para conmemorar la decisión tomada en Roma, hasta se dio lugar una corrida de toros celebrada en la Plaza de la Corredera.
- En el año 1652, el Veinticuatro Don José Valdecañas propuso que la casa donde vivió el Padre Roelas fuese dedicada a Dios, solicitando, además, que el inmueble estuviese a nombre del propio consistorio. Fue entonces cuando se creó la Hermandad de San Rafael, quedando aprobados sus estatutos en 1655. Pasaron unos años hasta ver en pie la ermita en el año 1735.
- Al poco tiempo de ser consagrada y bendecida la ermita, la hermandad advierte que el tamaño del templo es muy reducido y decide recaudar fondos para levantar en el mismo lugar una iglesia. Se reunieron un total de 61.148 reales, suficientes para que el arquitecto cordobés, Vicente López Cardera, erigiese la actual Iglesia del Juramento de San Rafael entre los años 1796 y 1806. Formado años atrás en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde el gusto por lo neoclásico era nota predominante, nuestro arquitecto bebió de los trabajos de Ventura Rodríguez y sus discípulos.
- La Iglesia de San Rafael sufrió posteriormente diferentes reformas para atender todas las necesiades de sus feligreses.
- Se halla en uno de los barrios más populares de Córdoba, a escasos metros de la Iglesia de San Lorenzo.
- La Iglesia de San Rafael es, probablemente, la más peculiar de la cuidad.
- La fachada presenta un esquema de tres cuerpos y hasta siete calles, donde se alternan vanos y muros, además de órdenes arquitectónicos. En el primer cuerpo destacan tres vanos adintelados, los laterales con frontón triangular, y sobre ellos se alza un decoroso friso de triglifos, clípeos y escudos, que sustituyen a las metopas. El segundo cuerpo presenta un esquema similar, solo que el vano central sí posee ahora frontón triangular y los laterales son ventanas y no accesos. El tercer cuerpo pasa a albergar sólo tres calles y está rematado por un gran frontón triangular, que a su vez, se encuentra coronado por tres esculturas, los patronos de Córdoba "San Acisclo" y "Santa Victoria" a los lados, y "San Rafael" presidiendo el conjunto.
- En los laterales, y separadas por pequeñas balaustradas se alzan dos torres de tres cuerpos. Los dos primeros son de planta cuadrada, estando las campanas en el segundo, abriéndose al exterior por mediación de arcos de medio punto. El tercer cuerpo presenta una base octogonal, sobre la que se que se levanta una cúpula rematada en pináculo.
- El interior consta de tres naves, la central es más ancha y alta que las laterales, presentando un coro alto y una galería con tribunas.
- La nave central presenta un círculo en el lugar donde habitualmente se encuentra el crucero, y en el que se colocan dos grandes arcos y un tambor, apoyo de la cúpula de cascos.
- Las naves laterales envuelven a la central en el círculo, en cuyo centro se halla el tabernáculo que aloja la figura del Arcángel San Rafael.
- También es popular por albergar al patrón de las causas perdidas, San Judas Tadeo. El día 28 de cada mes, decenas de personas se desplazan hasta la imagen, ataviándola de cintas verdes, a modo de ofrenda.
- El interior de la Iglesia de San Rafael está bañado con las efigies de diversos santos y mártires. Encontramos a San José con el Niño, o A San Zoilo y San Eulogio. Pero quizás la escena más peculiar del templo es la Aparición al Padre Roelas. Un guiño al pasado cargado de sentimiento para los cordobeses
- En una capilla lateral se encuentra desde 2012 el Cristo de la Universidad. La talla fue bendecida el 13 de marzo de 2010. Obra de Juan Manuel Miñarro, se trata de un Cristo Sindónico, que reproduce exactamente las heridas reflejadas en la Sábana Santa de Turín. Para su realización, se realizó un profundo estudio interdisciplinar, a fin de conseguir que la imagen fuera lo más realista posible. Así, entre otros detalles, se puede destacar que la imagen tiene el aspecto de un fallecido una hora antes, con el vientre inflamado; tiene arena incrustada -que fue traída de Tierra Santa- en las heridas de las rodillas, fruto de las tres caídas que sufrió Jesús de camino al Calvario; frente a la iconografía clásica, los clavos están clavados en las muñecas, tal como se piensa que los romanos hacían en las crucifixiones. A consecuencia de esto, los pulgares están doblados hacia las palmas; la sangre que mana de las heridas es la producida previa y posteriormente al fallecimiento; en las heridas de los latigazos, se puede apreciar las marcas dejadas por las bolas de metal que tenían los látigos en los extremos; el tradicional cartel sobre la cruz está escrito en latín, griego y arameo, y contiene faltas de ortografía. Fue un gesto despectivo, de burla, proclamando su condición de rey de los judíos. Estaría escrito por personas -soldados- no letrados, por lo que es más que posible que contuvieras faltas. Tras la realización de esta obra, Miraño obtuvo diversas propuestas para realizar más tallas de Crucificados con esta iconografía. Las rechazó todas, afirmando que nunca volvería a hacer una imagen igual.
- Adosada a ella se encuentra la Casa del Santero de San Rafael a la que se puede acceder desde la misma iglesia.
|
|