Minas de Linares

[Escucha este texto]

Dejando a nuestra espalda la remita de la Viergen de Linarejos, con dirección a las instalaciones de la empresa Inespal, donde encontramos un camino que nos lleva a la Fundición de San Luis.
En la misma, correspondiente a mediados del siglo XIX, se extraía plomo de primera calidad, llegándose a alcanzar al mes hasta cien kilos de plata.
En San Luis se fundía el plomo por el procedimiento de los hornos de reverbero.
Si proseguimos la ruta, tres kilómetros más adelante llegamos al arenal, en el que se observan montañas de arena blanca entremezcladas con la vegetación de la zona.
Ahí se ubicaba un antiguo lavadero de las minas.
Si se cruza la vía que comunica todo el conjunto minero, se vislumbran dos cabrias, una metálica conocida como Pozo Rico, y otra hehca de piedra y ladrillo, llamada del Pozo San Vicente.
En el Pozo de San Vicente aun se conserva una lápida que recuerda un trágico accidente en el que perdieron la vida seis mineros en el año 1967.
Otro de los interesantes enclaves de la ruta es el poblado Cristo del Valle, situado junto a la mina del mismo nombre de la que se conservan lavaderos y chimeneas de la extinta explotación.
En dicho poblado habitaban las familias mineras, que contaban con una iglesia-escuela.
Desde ese lugar se puede contemplar toda la zona del valle de La Garza, a cuya demarcación pertenecía diversas minas; como La Mejicana.
Desde ahí podemos dirigirnos hasta la Fundición La Cruz, a la que percede una senda montañosa de color negro debido al material allí acumulado.
La Cruz, instalada en 1830, estaba dotada de más doderna infraestructura de la época, haciendo funcionar calderas, hornos, maquinarias eléctricas y de vapor.
Una de las partes más antiguas de la citada fundición era la Torre de los Perdigones, conocida con este nombre por estar destinada a la elaboración de perdigones.
Además de la fundición y las minas, La Cruz disponía para los obreros de viviendas, vestuarios, servicios, comedor, escuela, mientras que el lugar de residencia de ingenieros y personal de administración se encontraba en una zona bien diferenciada.
Como colofón al recorrido, tras el conjunto de La Cruz, llegamos al Pozo La Unión, de la que aún perdura una cabria metálica ubicada junto a la carretera.
Pozo Ancho, ésta de tipología que hace recordar a las construcciones mineras inglesas.
Este patrimonio, que quedó abandonado en la década de los años 70
La Consejería de Cultura ha declarado a las minas de Linares y La Carolina Bien de Interés Cultural (BIC).