| Punta de flecha de bronce. Museo Ibero de Jaén | |
[Escucha este texto]- Situado a dos kilómetros de la Cámara de Toya.
- Finales del siglo VI antes de Cristo.
- Hallazgo fué fortuito. Los habitantes de la zona de Peal de Becerro se despertaron la mañana del 9 de octubre del año 2000 sin señal de televisión. Todo apuntaba a que el origen del fallo podía encontrarse en una avería del repetidor que hay junto a la localidad. Personal del Ayuntamiento se desplazó hasta allí y descubrió a gente merodeando, y que habrían tocado sin querer el aparato. Furtivos a punto de realizar un expolio o curiosos que se acercaron a ver un socavón que se había producido por la lluvia.
- Se trata de un túmulo funerario excavado en la roca natural, un hipogeo con forma de tambor circular.
- En su cúspide se levantó un altar de forma cuadrada donde se colocó una gran pira funeraria con madera de pino y lentisco como combustible fundamental.
- Los iberos realizaron sacrificios humanos, o sati.
- En el interior del hipogeo había dos urnas con los restos incinerados de un hombre, de unos treina años, y de una mujer, de veinte.
- Los cuerpos fueron colocados en un altar de forma cuadrada, donde había una gran pira funeraria con madera de pino y lentisco.
- Posteriormente, los restos fueron depositados en urnas y acompañados del ajuar se introdujeron en el hipogeo.
- La urna funeraria que contenía los restos femeninos, que es la más antigua, y que habría sido conservada largo tiempo en el seno familiar, siendo amortizada con este enterramiento. Se trata, pues, de un recipiente con memoria genealógica que constituye un claro símbolo de la legitimidad del linaje del que esta mujer era portadora.
- La investigación ha revelado datos espectaculares de la vida cotidiana.
- La alimentación de ambos, sobre todo la del hombre, era bastante pobre en carne y en general en vitaminas.
- El hombre presentaba una traumatismo en la cabeza que pudo ser fruto de alguna pelea y le provocó la pérdida de dos dientes.
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