El conjunto del Hospital de Santiago se organiza en base a un gran patio central, con doble
arcada, muy singular por su diafanidad y armonía de proporciones.
Bajo
el patio se encuentra un gran aljibe comunicado con el exterior a
través del pozo del patio.
También bajo el patio hay un tremendo osario
donde reposan los restos de muchos de los niños moribundos que
fallecieron en este hospital.