Catedral de Jaén. Galerías Altas

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Por la antesacristía se puede subir a las Galerías Altas de la Catedral de Jaén.
Se han acondicionado en los años sesenta y ochenta del siglo XX.
Albergan la sala de los retratos de los obispos giennenses, los archivos Histórico y Diocesano y la Biblioteca Capitular, en la que se pueden admirar libros corales, misales y el Misal Giennense (puesto que esta diócesis tuvo rito propio) que es un incunable gótico con xilografías.
Las sacristías de las capillas laterales y los pasillos de las galerías altas fueron una aportación que introdujo en distinto momento Juan de Aranda Salazar, maestro mayor de 1634 a 1654. Con todo, su construcción no se llevó a cabo hasta las primeras décadas del sXVIII. Una prueba evidente, que no la única, de tal innovación se halla en dos de los quiebros del recorrido perimetral por las citadas galerías, los que encontramos justo cuando desde los extremos del crucero damos los primeros pasos en dirección a la fachada principal: exigentes desvíos obligados en su día, totalmente innecesarios poco después. En el flanco sur, entre la logia y la sala situada sobre la Capilla de la Virgen de los Dolores (Catedral. Capilla de la Virgen de los Dolores), el pasadizo en esviaje realizado por Alonso Barba, sucesor de Andrés de Vandelvira, horada el estribo y nos remite al teórico "arco en rincón desigual" del “Libro de traças de cortes de piedra” y a los casos prácticos desarrollados en El Salvador de Úbeda y la parroquial de Sabiote. Aranda ya reflejó en su "Planta General" de 1641 estas sacristías y pasillo de mediodía. Respecto al lado norte, el quiebro delata la radical transformación concebida en el ámbito de la lonja entre 1641 ("Planta General") y 1646 (planta luego copiada por Monturque en 1756). Así, cuando ya estaba construido el hueco sesgado que atraviesa el estribo e iniciado el cerramiento de capillas y galería, tras venir apostando por la permanencia del claustro medieval, se decide hacer tabla rasa, extender la lonja hasta los pies y añadir las sacristías a las capillas y el pasillo a la galería alta. Por eso, cuando hoy vemos la puerta que comunica la sala situada sobre la capilla de San Miguel Arcángel con el pasillo de la galería, no estamos sino contemplando lo que en su día se hizo como balcón y ahora forma parte de un muro interior que, por momentos, fue fachada. Precísamente en este mismo balcón estuvo recolocada una de las puertas de sagrario mudejáres de la vieja catedral. El autor de la fotografía fue el doctor Eduardo Arroyo Sevilla; se publicó en el número 65 de la revista ‘Don Lope de Sosa’, mayo de 1918.
A través de ellas se tienen acceso a los balcones interiores (Catedral de Jaén. Balcones interiores) y los exteriores.