Iglesia de San Lorenzo

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Situada en el borde sur de la ciudad.
Adosada a la Muralla de San Lorenzo, perteneciente a las Muralla de Úbeda.
Próxima a la Puerta de Granada, aunque junto a ella se encontraba la desaparecida Puerta de San Lorenzo.
Esta iglesia fue parroquia hasta 1842, que se agrega a Santa María.
Prácticamente de esta iglesia sólo conservamos su caja perimetral y alguna que otra sencilla capilla del interior.
Ha sufrido reparos y modificaciones desde el siglo XIV, y a lo largo del siglo XVI se reconstruye totalmente.
En la visita efectuada por el Obispo Don Francisco de Mendoza en 1542, se ordena acabar la torre. Ésta es ahora la más bella espadaña de la ciudad.
También de esta visita surge el imperativo de reparar toda su fachada, Fachada que es concluida en 1566, según se deduce de la inscripción existente en el arco de su portada.
El coro se construye en 1501.
Consta de una única nave de salón con capillas laterales cubiertas por arco de medio punto con intradós de casetones, que sustituye a la desaparecida techumbre mudéjar de madera policromada.
De las cubiertas desde principios del XVI por techumbre de madera policromada hoy nada se conserva.
Presenta un coro alto a los pies sobre arco escarzano.
La capilla mayor, sobre amplias gradas, está cubierta por una bóveda adornada con yesería barroca y se cierra con testero plano.
Posee dos portadas, la de los pies, actualmente clausurada-invisible desde la calle por estar encerrada en un huerto-, es bastante simple. Bajo un hastial con el típico perfil de artesa invertida, se abre un amplio hueco adintelado, a eje con el cual se sitúa una ventana de proporciones cuadradas.
La portada principal, ejecutada a mediados del XVI, con decoración renacentista, está compuesta por arco de medio punto entre pilastras.
Centrada sobre el arco se encuentra una hornacina que albergaba la imagen de San Lorenzo -hoy en una de las torres de Santa María-.
A los lados aparecen dos escudos con una parrilla, atributo del santo titular que alude al martirio a que fue sometido (calcinado sobre una parrilla).
Hubo una disposición municipal en el año 55 del siglo XX en que se sugería demoler las ruinas de la iglesia para embellecer el lugar. Menos mal que no se ejecutó.
En su pequeño patio que se encuentra entre la cabecera del templo y la Muralla de San Lorenzo está el Pozo de San Lorenzo.