Fuente de la Romana

Situada en la base del cerro donde se sitúa Torreparedones.
La primera adecuación de este manantial debió de ser en época ibérica, cuando se abrieron las primeras galerías, se produjo el drenaje y construyeron muros y pavimentos.
De época romana reconocemos aún la mejora en la obra de los muros a base de opus caementicium y los enlucidos hidráulicos con opus signinum.
Junto al agua de lluvia recogida en cisternas, fuentes como ésta, aseguraban el abastecimiento de la población ibera. El abastecimiento de la ciudad romana debió de ser por acueducto, aunque aun no se ha encontrado.
Las propiedades minero-medicinales de este manantial parecen guardar estrecha relación con los numerosos exvotos anatómicos hallados en el santuario e interpretados como representaciones de miembros sanados.
El origen del lugar habitado de Torreparedones, el agua constituye el elemento básico en la seca campiña donde se encuentra.