Calle San Andrés

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Conservala loseta de cerámica popular con el nombre de la calle, colocada en 1862.
Era el eje básico del Barrio de San Andrés, por la que se ascendía desde la Puerta de Baeza (Muralla. Puerta de Baeza) a la gran arteria de la Calle Maestra Baja (Calle Martínez Molina).
Según recoge Manuel López Pérez en su libro Jaén: calles con encanto, la calle San Andrés nació de forma irregular, con aspecto inclinado y quebrado para dar salida hacia el campo a los barrios de la Magdalena (Barrio de la Magdalena) y San Juan (Barrio de San Juan). En el centro de esta vía se encuentra una iglesia recogida (Iglesia de San Andrés), características de antigua sinagoga, que es toda una joya monumental y está bien dotada de un patrimonio artístico que justifica detenida visita. Se trata de la iglesia de San Andrés, que tiene aneja la Santa Capilla de la Limpia y Pura Concepción de Nuestra Señora, fundación de 1515, aún activa y floreciente.
La mayor parte de las casas eran casas nobles, enormes y con grandes patios y corrales, que simulaban a los hogares de los pueblos más cercanos a la capital.
Por esta razón, las viviendas se utilizaron en algunas ocasiones como pequeñas industrias familiares: fábricas de jabón, de almidón, obradores de fieltro y curtidos y algún molino aceitero. El más notable fue el de Ta Molineta, propiedad de la familia Cuenca, al que se accedía a través de un callejón que antes fue camino de ronda de la muralla.
Tras una discreta lonja de la iglesia de San Andrés, algo más arriba, la calle se ensancha y prolonga en un breve callejón sin salida. Antiguamente esta zona se llamó Campillejo y Callejón de la Melgareja.
Tras pasar la calle pequeña de Hornos Francos, se rompe hacia la derecha y forma una plazoletilla que en tiempos se denominó Campillejo del Alférez, en alusión a la noble familia de Alférez, gentes hidalgas y de renombre que en ella tenían sus principales casas. Más tarde, ya desembocaba en el Campillejo de los Huérfanos, junto al que estaba también la perdida Puerta de Baeza.
Una de las tradiciones que se vive en la calle San Andrés es el domingo de Ramos, de Pascua Florida, un día en el que la vía se llena de palmas doradas y cimbreñas; de ramón y de hosannas. La procesión de palmas penetra en el interior de San Andrés y el silencio impresiona a quienes asisten a ella.
En esta calle en el siglo XVIII existían unos lavaderos privados llamados el Baño de Astorga, propiedad del soldado de marina Jose de Martos Astorga, fue casa lavadero de una pila, alberca y un cañón de agua del Raudal de la Magdalena. La ciudad de Jaen contaba en el siglo XVIII, según cita el catastro del Marqués de la Ensenada, al menos con diez de estas llamadas también, casas estanques de lavar ropas.
En ella se encuentra el Callejón de San Andrés.
En ella destacan el Palacio Torres de Navarra, la Casa de la Calle San Andrés nº 9, la Casa de la Calle San Andrés nº 12, la Casa de la Calle San Andrés nº 8 y la Casa del Sochantre.