Convento de Santo Domingo

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Situado en la Calle Santo Domingo número 12.
Este inmueble constituye un amplio perímetro que se extiende por la Calle Santo Domingo, Calle Arquillos, Calle Santo Domingo Bajo y la Calle Los Uribes.
En cuyo solar estuvo el Palacio de los Reyes Musulmanes.
Una de las más antiguas fundaciones de Jaén, llevada a efecto en 1.382 por el rey Juan I que dona un palacio de su propiedad que antes había sido palacio islámico del gobernador de la Cora de Yayyán a la orden de los Dominicos para que fundaran allí su convento, aunque pronto se usaría para la enseñanza como colegio y que llega a adquirir la categoría de Universidad.
También fue sede del Tribunal de la Inquisición de Jaén, que fue fundado en 1.483, el tercero de los reinos castellanos en base al elevado número de judeoconversos que habitaban la localidad.
Fundado entre los siglos XVI y XVII como Real Monasterio de Santa Catalina Mártir.
Se convirtió en sede de la Universidad de Santa Catalina Mártir.
El impulso del Centro se debe a un Breve de Clemente VII y, sobre todo, a una Bula de Paulo III (1534-1549), que concedió al Centro de Jaén los honores de Universidad, lo elevó a Estudio General del clero secular en la provincia de Andalucía, a raíz de la donación de cincuenta mil ducados que, mediante testamento, realizó, en 1503, el Ilustre Cavallero Veinticuatro de Jaén, Juan Cerezo y su esposa Francisca Peñalosa.
Como tal Universidad ostentó el sello oval en el que figuraba la imagen de Santa Catalina Mártir.
En el colegio se impartieron enseñanzas de artes liberales y teología, estando destinado tanto a novicios como a seglares.
Baeza se consideró con más derecho que Jaén a utilizar el título de Universidad, por una bula, también de Paulo III, Baeza consiguió ser sede universitaria, desde 1538 hasta 1824, en que se extinguió.
Más tarde, en 1629 adquiere el rango de Universidad de Seglares por Bula de Urbano VIII, aunque sin reconocimiento real cómo poseía la Universidad de Baeza, el hecho ocasionó una serie de pleitos entre ambas poblaciones, sancionándose los estudios de la Universidad de Baeza.
Con la proyección de la Universidad de Baeza, que tuvo largas etapas de esplendor, desapareció la Universidad en Jaén.
En 1648 Juan de Aranda Salazar inicia la construcción del monumental claustro, en 1688 hacen la galería alta con una piedra con distinta coloración que desconozco su cantera de procedencia los maestros Francisco Landeras y Blas Antonio Delgado, esta misma piedra la utilizaron antes en 1686 en la parte alta de la fachada de la Catedral de Jaén (Catedral. Fachada).
Lugar donde se ubicó el Tribunal de la Inquisición de Jaén.
En su salón del noviciado se encontraba aun en 1731 la Cruz Verde que se usara en los actos del tribunal de la Santa Inquisición. Sacada en procesión las vísperas del auto de fe, la Cruz Verde del Santo Oficio presidia los mismos quedando cubierta con un paño negro en señal del duelo de la Iglesia por la muerte espiritual de sus hijos. Simbolizaba la esperanza de reconciliación con la Iglesia en oposición a la Cruz Blanca que se sacaba cuando había condenados a muerte (los relajados) colocándose apartada en otro altar a diez pasos del brasero o quemadero, “…porque los que abusan de la divina clemencia quedan expuestos a la indignación de la justicia, y aunque debiera ser de color rojo y sangriento se pensó en el esplendor de su blancura para que no desmayase la esperanza.” La Cruz Verde era el arma del escudo de la Inquisición y con ella se distinguían sus miembros (inquisidores, oficiales, verdugos y familiares) una cruz verde en campo negro representando la redención, con un ramo de olivo en la derecha ofreciendo la esperanza a los ánimos de los reos para librarse del rigor del castigo con que amenazaba una espada, situada a su izquierda. A partir del siglo XVII fue mayor la presencia de franciscanos que dominicos en las sedes inquisitoriales. Este es la punta del stipe de una Cruz Verde, probablemente del siglo XVII-XVIII, expuesta hoy como una cruz de mayo procedente del Convento de San Francisco y fue la primera que tuvo el Cristo de la Expiracion. Su origen y color permite establecer hoy dia la analogía con aquella otra desaparecida cruz del convento de Santa Catalina y establecer la hipótesis sobre su origen quizás vinculado a aquella infausta liturgia. Hoy día su recuerdo queda en el recuerdo de la Calle Cruz Verde (Calle las Cumbres) donde probablemente desde 1483 hasta 1525 vivieran gran parte de familiares del Santo Oficio.
En el año 1751 se crea El Real Hospicio de Pobres de Jaén, para hombres y mujeres, que funciona como tal hasta 1847, año en el que se produce la separación entre Hospicio de Hombres y Hospicio de Mujeres, situados en el convento de Santo Domingo y el palacio de Villardompardo respectivamente. El Hospicio de Hombres pasa a denominarse “Internado Provincial de Santo Domingo” y el de Mujeres “Internado Provincial de Santa Teresa” a partir de 1939, variando también sus funciones con el paso del tiempo. En febrero de 1948 se adaptó para residencia de ancianos y compaginó ambos servicios hasta 1972.
En Jaén, la primera banda civil que se conoce fue la del Hospicio de Hombres, de la Diputación, creada en 1853 y dirigida por Manuel Romero.
El convento sigue dando grados menores hasta entrado el XIX, cuando la desamortización de Mendizábal, en 1.837, enajena de la propiedad del convento a los Dominicos.
No obstante, el Ayuntamiento entabló un largo proceso con el Ministerio de Hacienda con el objeto de conseguir la devolución de la Hacienda la Grañena, que ha generado enorme documentación para los estudiosos.
El edificio de Santo Domingo se integró en el patrimonio de la Diputación Provincial, siendo, desde 1847 hasta 1970 Hospicio de Hombres.
Después en Santo Domingo solo quedaron niños y jóvenes; los ancianos se trasladaron, primero, al Convento de Santa Úrsula y, más tarde, al Hospicio de Santa Teresa (Palacio de Villardompardo).
Más tarde sería centro escolar y sería abandonado, amenazando ruina hacia 1975.
El edificio fue restaurado parcialmente por el arquitecto Luis Berges Roldán para sede del Archivo Histórico Provincial.
Desde 1.990 es sede del Archivo Histórico Provincial.
Es un edificio monumental que ocupa una manzana.
Limitado por el Este por la Iglesia conventual, por el Norte y Oeste por las dependencias de la antigua Universidad y por el Sur por el muro de cierre de la fachada abierta a la Calle Santo Domingo, se encuentra el patio o claustro.
Presenta la iglesia una bella fachada renacentista.
Fue la Iglesia de Santa Catalina.
La iglesia tiene notable interés por sus bóvedas pintadas al fresco.
La iglesia es de una sola planta rectangular con capilla poligonal en la cabecera cubierta con bóveda nervada, de estilo gótico tardío.
El resto del templo es del siglo XVI; así la cubierta de la única nave se hace con tres cúpulas de media naranja sobre pechinas.
El alzado lateral se compone en base a los grandes arcos-solios laterales, que cubren una estrecha galería sobre un piso superior y dos arcos-hornacinas en la planta baja, dando lugar a otras tantas capillas.
En la cabecera además del presbiterio se disponen dos capillas laterales.
Abandonada hace ya bastante tiempo, dejó de tener culto en 1975.
En la capilla mayor aparece pintado un nutrido grupo de dragones como en la Iglesia de la Magdalena y la Iglesia de San Miguel.
El patio claustral, es posiblemente el mejor de la ciudad.
Su patio porticado, fue construido en la segunda mitad del siglo XVI, su planta es cuadrada de 30 metros de lado y los arcos de sus galerías son arcos de medio punto sobre columnas pareadas de orden toscano, salvo en los ángulos en que coinciden tres soportes. Consta de 60 columnas y 28 arcos. Las galerías están cubiertas con bóvedas de medio cañón con lunetos. El cuerpo superior ofrece alternados vanos abalconados con elementos decorativos vegetales y ventanas con decoración alegórica, sumando 16 ventanas y 12 balcones, ordenados entre el friso y la cornisa y enmarcados por molduras acodadas y pilastras cajeadas, obra que se atribuye a Eufrasio López de Rojas. En el patio se presenta un Escudo Nacional simplificado con el Collar de la Orden del Toisón de Oro. Otro es el de sus benefactores, el escudo de Don Juan Cerezo y su esposa. En los intercolumnios existió hasta el siglo XIX un banco de piedra corrido que circundaba todo el espacio abierto, posiblemente ajardinado y con una fuente central. Sobre la clave de los arcos centrales de cada costado se encuentran los escudos de la Casa de Austria, Orden de Santo Domingo, Fray Francisco de Vitoria y Don Juan Cerezo.
La fachada de la entrada principal, en la Calle Santo Domingo, fue diseñada por Alonso Barba en 1582, se estilo es manierista. La portada es toscana y sobre ella hay tres hornacinas con las imágenes de Santa Catalina, Santo Tomás y Santo Domingo, cerrándose con un frontón curvo con óculo en el tímpano. Todo el espacio se encuadra por un entablamento sostenido por columnas corintias, cerrándose el conjunto con un frontón triangular con el escudo de la Orden. La fachada principal está dividida en dos pisos; el inferior ocupado por una portada sencilla de orden toscano y el superior por tres hornacinas ocupadas por las figuras antes mencionadas, cerrado todo él con un frontón curvo con óculo en el tímpano. Todo este espacio se encuadra por un entablamento sostenido por columnas corintias apoyadas sobre pedestal que arranca del cornisamiento que divide los dos cuerpos de la fachada. Se cierra el conjunto con frontón triangular con escudo en el tímpano.
Las dos ventanas laterales son obra del arquitecto Luis Berges Roldán en el año 1924 tras desmontar la fachada para adelantarla varios metros.
En su muro trasero quedan restos de vítores.
Cuentan que está habitado por un fantasma. La aparición, en la planta superior del edificio, cerca de la biblioteca, de la silueta semitransparente de una mujer de la que apenas se sabe nada salvo que deambula por los pasillos que rodean el patio vestida con ropas oscuras y a la que no se le aprecia ningún rasgo.
Las obras de emergencia que la Junta ejecuta en la iglesia de Santa Catalina Mártir de Jaén, más conocida como de Santo Domingo, han descubierto restos de un pórtico que podría pertenecer al antiguo conjunto palaciego islámico ubicado en la zona. Se trata de yeserías que podrían formar parte de las arquerías profusamente decoradas que darían paso a uno de los pabellones del conjunto palaciego. Las yeserías halladas son únicas hasta el momento en la ciudad de Jaén y destacan por su riqueza decorativa y el nivel de conservación que presentan.
Referencia catastral 1009301, 0009501VG3800N0001YO.