Oppidum Puente Tablas. Santuario

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El Santuario de las Cuevas o Santuario de la Puerta del Sol ubicado en el Oppidum Puente Tablas.
Espacio de culto levantado a finales del siglo V a.C. o inicios del siglo IV a.C.
El Santuario de las cuevas o Santuario de la Puerta del Sol es un santuario urbano ordenado en tres terrazas.
Su origen estaría relacionado con las cuevas localizadas en la parte superior. Desde la situada más al norte brotaba el agua, que se canalizó a través de las distintas terrazas y desaguaba al exterior en una balsa artificial.
La primera está dedicada al culto de una divinidad femenina con una forma que tiene que ver con la tradición fenicia de los templos compuestos de patio con entrada porticada lateral, antecella empedrada y cella o santo-sanctorum, con una pequeña capilla en cuyo interior se guardaría la estatua de la diosa, comunicada al exterior con el lugar donde se colocaba la diosa durante los equinocios. Dicha estatua, una estela o betilo que muestra algunos atributos de la diosa como los brazos en el vientre, se halló fuera de la cella, delante de la Puerta del Sol (Oppidum Puente Tablas. Puerta del Sol), donde seguramente se colocaba por un periodo de tiempo para recibir el sol del equinoccio al alba, como símbolo de fertilidad. En el patio, antes de entrar a la antecella hay un una piedra altar con forma de piel de toro.
La segunda terraza tiene un espacio abierto con cuna gran piedra en el centro, un altar o la basa de una columna. A la derecha la antecella empedrada y una cella encalada donde estaría una segunda divinidad. En la antecella hay un bothros, un pozo donde se echaban los restos de los animales sacrificados después del ritual del banquete. Podría tratarse del espacio de culto de un dios masculino, pareja de la diosa.
Por el contrario, los resultados de la investigación apuntan a un área de realización de los ritos asociados a la divinidad. En este espacio, la existencia de tres cuevas dispuestas delante de una plataforma con varias piletas apunta a un culto oracular y de iniciación, pues existe una cuarta cueva oculta. En este espacio hay un excelente enlosado delimitado por piedras clavadas en el suelo y a continuación las cuevas. Aquí se ofrecían las libaciones, vertido ritual de un líquido sobre el suelo, dada la existencia de las pequeñas piletas y los restos de una crátera y dos copas atenienses de figuras rojas, además de abundantes ánforas.