[Escucha este texto]- Al Sureste de Jaén en la cumbre del Cerro Zumbel.
- Distante unos tres kilómetros de la ciudad de Jaén.
- Un cerro cretáceo, casi cónico, rematado por una mesetilla angular que le da, de lejos, aspecto volcánico.
- Su nombre podría ser árabe, derivado de al-Sumayl.
- En la ladera de este cerro hay una casería que conserva en su corral y parte trasera restos evidentes de edificación musulmana (Alquería del Zumbel), quizá mina de agua (Mina de agua del Zumbel), hoy impracticable por hundimientos.
- Ladera arriba se observa un camino medieval (Camino medieval del Zumbel) muy deteriorado, con excavaciones y rellenos característicos en los ángulos del zig-zag y ciertas obras de calicanto que parecen destinadas al aprovechamiento del agua de lluvia que luego se encauzaban hacia un espacioso aljibe que hubo junto a la casería.
- Un tosco muro de mampostería seca parece abrazar una parte del cerro, probablemente restos de una albacara (Albacara del Castillo del Zumbel).
- En la cima de este cerro se observan las ruinas de un castillejo de calicanto, poco más de una posición de atalaya por su magnitud.
- La existencia de un regular aljibe evidencia, sin embargo, que el fortín era capaz de sostener una pequeña guarnición que, debido a las inmejorables condiciones naturales, podría resistir con éxito un regular asedio.
- Estas obras son de origen beréber, almorávide o almohade.
- El calicanto es similar al usado en la muralla de Jaén.
- El aljibe sirvió de habitación, en el siglo XVII, a un eremita, Lázaro de San Juan, que hizo de aquel páramo su refugio. Por este motivo su cerramiento Sur presenta una entrada.
- El enlucido interior, de estuco, tiene todavía restos del revestimiento rojo oscuro que retardaba, en los aljibes musulmanes, la putrefacción del agua almacenada.
- El aljibe se cubre con bóveda de medio cañón, de ladrillo.
- La ruina parcial del muro exterior de este aljibe deja ver la estructura interna del encofrado. Un armazón similar a una escalera de mano, compuesto por dos palos paralelamente dispuestos que se unen por medio de travesaños regulares, recorría el muro longitudinalmente. Desaparecida la madera queda hoy su vaciado en el calicanto y, a primera vista, asemeja conducciones de agua.
- Tiene dos cruces talladas una en las paredes del interior del aljibe y otra en la roca madre en la plaza de armas del castillo, cercana también al aljibe. Estas cruces serían talladas por el ermitaño Lázaro de San Juan.
- La posición del Zumel dominaba los dos caminos de Granada, el viejo, por Valderazo, y el nuevo, por La Guardia.
- Tiene conexión visual con la Torre Quebrada, el Castillo de las Peñas de Castro, el Castillo de Santa Catalina, el Torreón del Cerro San Cristóbal.
El Tesoro de Zumel- En la ciudad se hablaba de que un rey moro enterró allí un fabuloso tesoro, en la época del Califato de Córdoba y después murió en combate.
- Ya a principios del siglo XX, un francés, en compañía de su hijo, llegó a Jaén e inició excavaciones el el cerro, pero pronto enfermó y murió.
- Su hijo regresó a Francia, pero antes reveló a algunos el secreto del tesoro, lo que motivó que otros probaran fortuna e incluso se autorizaran excavaciones arqueológicas en 1919.
- De nuevo se acometieron excavaciones en 1940.
- A esta leyenda se le añadió el rumor de que el propietario de los terrenos, temeroso de que se lo arrebataran, escondió en el monte el producto de la cosecha de 1936, en duros de plata y dentro de una bolsa de piel, puesto que las hijas no habían conseguido encontrarla por ningún lado.
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