Cerámica de Úbeda

Úbeda ha sido históricamente uno de los principales núcleos de producción cerámica de Andalucía.
Los alfares que continúan hoy en funcionamiento constituyen un magnífico testimonio de construcción popular vinculada a la producción artesana, en la que se combina la casa familiar con el obrador, contituyendo un conjunto de interés etnológico de primer orden.
Quizás lo más singular sea el uso de los hornos hispanomoriscos, en los que se emplea como combustible la leña y el orujo (el hueso de la aceituna triturado).
La cocción de las piezas, que dura entre 24 y 30 horas, es el momento más crítico de todo el proceso, pues de su buen término depende toda la producción.
El amplio repertorio de piezas no ha variado sustancialmente, ni en las técnicas de producción ni en las formas, desde época medieval.
Destaca la producción vidriada en color verde o marrón, decorada con calados, incisiones y bordados, que son filigranas realizadas con barro blanco.
Desde platos, orzas y escudillas, hasta otras formas cuyos nombres revelan viejas procedencias árabes, nos encontraremos con todo un mundo de culturas mediterráneas que se han ido decantando en los alfares de Úbeda.