Iglesia de San Bartolomé

[Escucha este texto]

Ubicada en la Plaza de San Bartolomé.
La parroquia de San Bartolomé de origen medieval, probablemente se construyó sobre una antigua mezquita o sinagoga a finales del siglo XIV, aunque posteriormente sufrió modificaciones.
De planta basilical de pequeñas proporciones.
Con tres naves separadas por tres arcos formeros apuntados que descansan sobre gruesas columnas y la nave central está cubierta por armadura mudéjar de par y nudillo de inspiración musulmana, a semejanza de otras iglesias como la Iglesia de San Andrés, la Iglesia de San Miguel y otras de la provincia.
Artesonado o Alfarje será del siglo XVI (1500-1520).
Ábside circular en la cabecera que muestra pinturas al fresco del siglo XV.
La fachada principal está fechada en la mitad del XVII, concretamente de 1650, como está esculpida su fecha en la fachada, atribuida al maestro de la Catedral Eufrasio López de Rojas. Se trata de un vano de entrada de medio punto enmarcado con moldura plana cruciforme, y al exterior de la moldura, dos pilastras hasta el acodo de la cruz con capitel de hojarasca. Similar tema vegetal se sitúa en la clave y en los acodos superiores de la cruz. Hay un segundo cuerpo, con una profunda hornacina para el Santo titular, de su mano derecha cuelga el cuchillo que representa su martirio, ya que fue despellejado en vida y decapitado, con un enmarque y motivos decorativos similares al vano inferior, rematándose este cuerpo con un frontón triangular. Sobre este frontón tiene una cartela con la siguiente inscripción: S.BAR./ORAPROVE. La fachada se corona con espadaña terminada en frontón curvo, en cuyo tímpano se lee la fecha 1700. La espadaña es de tres campanas. Sobre la espadaña, el remate de un ángel, posiblemente el Arcángel San Miguel, que sujeta una cruz que lleva adosada una veleta. La fachada se remata con un pináculo a cada lado.
El muro septentrional, reedificado en 1882, ofrece ventanas neogóticas.
Gran retablo mayor, obra de Sebastián de Solís, de finales del XVI.
En él hay valiosas pinturas del siglo XV, aunque faltan omamentos que desaparecieron durante la guerra civil, tales como la imagen titular.
También las vistosas vidrieras son nuevas.
En una capilla lateral se venera la imagen del Cristo de la Expiración talla barroca de la segunda mitad del XVIII, es de autor desconocido aunque no falta quien la adjudique al insigne Martinez Montañes otros lo atribuyen a José de Medina y otros a Sebastián Solís y que se considera uno de los mejores Crucificados de la escultura giennense. Esta imagen procede del desaparecido convento de San Francisco, ubicado en el lugar donde hoy esta la Diputación Provincial.
Antiguamente se hacia una procesión de San Bartolomé a la Catedral con la Bula de la Cruzada o de la Santa Cruzada.
Preciosa pila bautismal de cerámica vidriada, con inscripción gótica, (XV) de estilo gótico-mudéjar.
Todas las técnicas que los árabes habían usado por primera vez en alfarería o bien habían sido traídas de oriente, pasaron en la reconquista a los ceramistas cristianos andaluces, especialmente los sevillanos, que asimilaron las técnicas de la industria alfarera hispanomusulmana y convirtieron sus hornos en centros artísticos de los que salieron brocales, tinajas y objetos litúrgicos, como son las pilas bautismales y los frontales de altar.
Es en esta época de finales del siglo XV y principios del XVI cuando podemos datar estas importantes piezas de cerámica vidriada que con el tiempo serán calificadas de indignas por el hecho de no ser de piedra, mármol u otro material considerado noble. Por esta razón, y según criterios de épocas posteriores, estas pilas no eran adecuadas para ser usadas en actos litúrgicos. Así, durante los siglos XVIII y XIX fueron sustituidas por otras de piedra o mármol por propia iniciativa de los párrocos de las iglesias. Al fin, en el año 1861 Fray Alonso de Santo Tomás, Obispo de Jaén, dictó una orden en la que dispuso que todas las pilas bautismales de toda la diócesis fueran de piedra y no de barro y que donde hubiera alguna fuera destruida y sustituida por otra en el plazo de dos meses. Es por ello que resulta extraño que se conserven pilas bautismales de cerámica vidriada del siglo XV en algunas iglesias de la Diócesis de Jaén, (en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Torres y en la de San Bartolomé de Jaén). No obstante, para que estas pilas pareciesen de piedra les fueron matados los vidriados con pinturas al óleo, disimulando así el aspecto de estas y convirtiéndolas en objetos inexpresivos. Estas pilas de cerámica vidriada poseen generalmente inscripciones llamadas vulgarmente Góticas y que deben llamarse Alemanas, las cuales por la singular identidad en la figura de los caracteres son difíciles de traducir sin detenido estudio. Aparte de las mencionadas anteriormente, existen otras pilas de cerámica vidriada del siglo XV-XVI de similares características como son: La de la Iglesia de La Concepción de la Laguna en Tenerife, la de la Iglesia de La Virgen de Gracia en Archidona, la de la Iglesia de San Pedro en Carmona o la procedente del Hospital de San Lázaro del Museo Arqueológico de Sevilla, entre otras no menos importantes.
Cuando desapareció el Convento de la Coronada por la Desamortización, se trasladó a esta iglesia la venerada Virgen de la Coronada, donde tras el asalto durante la Guerra Civil de esta iglesia fue destruida la imagen en el fuego.
En 1982 fue objeto de una amplia remodelación que alteró sensiblemente algunas partes del templo.
Un cura de San Bartolomé, que era judío a escondidas, y lo pillaron, y lo penitenciaron quemándolo en la hoguera por la inquisición.
Referencia catastral 0405211, 0405411VG3800N0001DO.