Originariamente, constituía un amplio espacio extramuros de la ciudad situado junto a la Ermita de San Antonio, y cerca de la Torre de San Agustín con su Puerta de San Agustín pertenecientes a la Muralla de Jaén y del Convento de San Agustín.
Tras la Guerra Civil, la plaza fue restaurada y se le otorgó la denominación de Plaza Queipo de Llano.
En el año 2000, los arquitectos José Antonio Toribio y Manuel de Toro remodelan este espacio, respetando la fuente central (Fuente de los Jardinillos) y el Arbolado.