Convento de La Merced

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Ubicado en la Plaza de la Merced con referencia catastral 0202104VG3800S0001SJ.
Da a la Calle Merced Alta y al Callejón de los Mártires.
El convento de mercedarios se fundó extramuros en 1288, fuera de la Puerta de Martos (Muralla de Jaén. Puerta de Martos) en la Ermita de San Sebastián.
Amplio convento actual fue erigido en 1580 para los P.P. Mercedarios, así que se trasladan al nuevo convento en esa fecha.
El Marques del Cadimo alcalde liberal durante la regencia de Espartero y gobernador de la cofradía de Ntro. Padre Jesus. El 13 de septiembre de 1846 organizo su retorno desde la Catedral a la Iglesia de la Merced de Nuestro Padre Jesús Nazareno conocida popularmente como El Abuelo, adornada de damasco y tafetán, espejos y cornucopias que hacían el cielo estrellado y el pavimento tapizado de hierbas odoríferas. Entraron primero los niños del Hospicio seguidos de las hermandades. Cantaban en el coro las monjas de la Caridad con sus niñas huérfanas.
En 1862 en esta iglesia se le toma su primera foto a la imagen de El Abuelo.
Tras la Desamortización en 1836 fue abandonado el convento, situación que duró hasta 1885 fecha en la que los Padres del Corazón de María, Claretianos, se hicieron cargo del convento. En esta fecha se le toma otra fotografía a la Imagen del El Abuelo.
La imagen de El Abuelo se queda aquí hasta que en 1970 vuelve a la Catedral.
En 1970 fue erigido parroquia bajo la advocación de Nuestra Señora de la Merced.
Hay que distinguir dos partes cronológicamente distintas: el claustro y las dependencias adjuntas, más primitivos, y el templo, del XVIII.
La parte más antigua es el claustro, de pequeñas dimensiones, Conserva en el alzado de sus dos pisos una sobria estructura de vanos adintelados sobre arcos de medio punto separados por pilastras toscanas en planta baja, en consonancia con la última década del s. XVI o primeros del XVII.
En él, entre 1656-57 trabajó Pedro de Chaves entre otros canteros.
La disposición del claustro renacentista aquí es bastante inusual, tras la cabecera.
Sus fachadas, de severa elegancia, dan paso a una amplia iglesia muy al gusto del siglo XVIII.
La iglesia se levanta en el primer cuarto del siglo XVIII, el 23 de enero de 1727 fue bendecida y consagrada a María Santísima de la Merced.
Construido siguiendo el modelo jesuítico con planta basilical de tres naves y galería superior.
Presenta planta basilical de 37x18 metros de tres naves y coro a los pies.
La nave central está cubierta con bóveda de cañón, mientras que las laterales cuentan con la presencia de una serie de capillas hornacinas comunicadas entre sí, existiendo sobre ellas, una galería de vanos, abiertos a la nave principal.
El coro se sitúa a los pies sobre arco carpanel.
El crucero está cubierto por una bóveda de media naranja.
El presbiterio está elevado sobre gradas, con testero plano y capillas cuadradas a ambos lados.
En su interior destaca el retablo de Ánimas del siglo XVIII y varios lienzos del siglo XVII.
La fachada principal está orientada al norte y se adorna con portada barroca de medio punto flanqueado por sendas columnas toscanas de orden dórico.
Sobre el vano se dispone de un frontón curvo, partido, que acoge una hornacina con la imagen de la Virgen.
En su fachada lateral se abre otra sencilla portada de orden toscano coronada con el escudo de la Orden Mercedaria.
Haciendo esquina en el lado noroeste se alza la torre campanario de cuatro cuerpos, coronada con estructura ochavada de ladrillo, de remotas reminiscencias mudéjares que fue realizado en 1878.
En sus paredes externas quedan restos de vítores.
Los fantasmas o ensabanados de la Merced. A finales de los cincuentas del siglo XX, en las noches de verano se veían escurrirse entre las esquinas sombras, ánimas, fantasmas cubiertos con sábanas, iluminados con un tétrico halo de luz.
El día 20 de julio de 1936 a los padres claretianos fueron víctimas del asalto al Convento de la Merced.
Se veneraba hasta 1936, año en que desapareció, una tabla en forma de cruz con una pintura de Cristo. En la Calle Meced Baja, existía una tienda de comestibles al pie de un torreón. En cierta ocasión a un vecino se le escapó una gallina que en su día fue a esconderse en debajo de la tarima de la tienda. Al intentar recuperar el animal descubrió que en el reverso de la tarima tenía pintada la figura de un crucificado. La noticia llegó a oídos del Prior de San Lorenzo, que la hizo recortar en forma de cruz siguiendo el contorno de la representación del crucificado. Tras la desaparición de San Lorenzo, esta reliquia pasó a la iglesia de la Merced.
En ella se encuentra la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de las Lágrimas, de la cofradía de Estudiantes.