Desde el siglo XV existió una pequeña ermita y cementerio en el lugar donde hoy se ubica la iglesia.
Las obras del templo actual se impulsaron en la década de 1860/70 según proyecto de Vicente Serrano y de cuya ejecución se ocuparía Juan María de la Cueva.
Sobre la portada hay un pequeño relieve que muestra a San Pedro Advíncula frente a Dios y entre ellos el año 1862.
La torre y el presbiterio fueron reconstruidos en 1993 por Luis Alonso Salcedo, dándole un cierto aire ecléctico y exótico.
Su torre campanario de base cuadrada, está coronada por un templete circular que a su vez está coronado por una cruz de hierro calado.
En su torre tiene un reloj.
Portada adintelada entre pilastras lisas decorativas separadas del vano de la puerta.
La imagen de San Pedro Advíncula está firmada por Ferdinand Stuflesser, un escultor italiano.