En 1983 el escultor Christian Tobin (Nacido en Munich, en 1956) creó la primera fuente esférica del mundo, con una gran bola de piedra que giraba suavemente gracias a una fina película de agua.
A partir de esa obra original, Tobin ha seguido evolucionando un género que denomina escultura cinética.
Hay obras suyas en los cinco continentes, principalmente en espacios públicos.
La superficie de contacto de las piedras ha de estar perfectamente pulida. Por lo demás son rocas naturales sin tallar.
La columna, dividida en tres piezas de 150, 50 y 500 kg, es de piedra basáltica y está esculpida por un proceso natural. Tras una erupción volcánica, al enfriarse la lava, el basalto derretido en su interior se contrae rápidamente y cristaliza dando esas columnas de aspecto de prisma hexagonal.
Ningún dispositivo mecánico hace girar las pesadas rocas. sólo se necesita un chorro de agua a baja presión, menor que la del agua de un grifo. Las rocas se deslizan sobre una película de agua de varias cetésimas de milímetro de espesor.