En ella se bautizó Ordóñez de Cwballos y más recientemente Andrés Segovia.
La portada fue obra de Francisco del Castillo El Mozo a comienzos del siglo XVI.
El hecho de que pasase una importante corriente de agua subterránea por debajo de su fachada hizo que siempre tuviese problemas de humedad y cimentación.
Ese motivo ocasionó su cierre hacia 1914 y posteriormente su demolición.
Hay que mencionar que se estuvo a punto de colocar la portada de la desaparecida Iglesia de San Miguel en esta iglesia, pero finalmente se puso en el patio del Museo Provincial.