Antes del cierre del arrabal de San Ildefonso cuando la línea de murallas terminaba en la Puerta de Santa Maria (Muralla. Puerta de Santa María) la hoy Plaza del Pósito era camino de salida de Jaén hacia Andújar y Baeza y era lógico que allí estuviese el rollo mas antiguo de la ciudad.
Los rollos eran signo de jurisdicción y lugar de exposición de despojos de los ajusticiados hasta su abolición en 1813.
Contaba con un rollo y basa toscos, fuste y capitel toscano coronado por una bola de piedra y cruz de hierro.
Probablemente a causa de dicha función y la presencia cercana de la Casa de la Tafureria (juego) allí surgió la leyenda que el romántico Antonio Guijosa publicó en 1862 en el “Romancero de Jaén” como “Romance XXVI o de la Cruz del Posito” que narra la vinculación al rollo de Don Lope de Haro, personaje real o ficticio quizás allí ajusticiado. Un jugador, Gil Perez de Osorio tras asesinar a su esposa Doña Beatriz de Uceda por no entregarle para jugar sus joyas, es muerto por Don Lope de Haro caballero vengador de ella enamorado y según la leyenda convertido por ello a fraile al cercano San Francisco, tras su muerte fantasma penitente en pena frente a la cruz por su sangrienta hazaña rezando.