En 1876 se creó el fonógrafo, que fue el primer aparato capaz de reproducir sonido.
Cuando Thomas Alva Edison anunció la invención de su primer fonógrafo, la primera pieza interpretada fue "Mary had a little lamb" ("María tenía un corderito") el 21 de noviembre de 1877, mostró el dispositivo por primera vez el 29 de noviembre de ese mismo año y lo patentó el 19 de febrero de 1878.
El fonógrafo utiliza un sistema de grabación mecánica analógica en el cual las ondas sonoras son transformadas en vibraciones mecánicas mediante un transductor acústico-mecánico. Estas vibraciones mueven un estilete que labra un surco helicoidal sobre un cilindro de fonógrafo. Para reproducir el sonido se invierte el proceso.
Al principio se utilizaron cilindros de cartón recubiertos de estaño, más tarde de cartón parafinado y, finalmente, de cera sólida.
El cilindro de cera, de mayor calidad y durabilidad, se comercializó desde 1888, un año después de que apareciera el gramófono.
El 2 de diciembre de 1889 un representante de la casa Edison, Theo Wangeman, grabó una interpretación del celebérrimo compositor Johannes Brahms. Se trataba de un fragmento de las Danzas Húngaras en una versión para piano solo. Esta grabación aún se conserva, pero su calidad es pésima.