De la antigua Casa Hospital de Epidémicos hoy sólo queda una hornacina de azulejos que recuerda un hecho milagroso.
A finales del siglo XVIII fueron varias las epidemias que azotaron a la ciudad. Una de ellas, la de 1681 fue especialmente virulenta, diezmando considerablemente la población. Por este motivo el pueblo recurrió a esta imagen para implorarle ayuda. En la tarde del 11 de agosto de 1681 se organizó una procesión que llegó hasta el hospital de apestados (en antigua calle Juan Izquierdo, hoy Josefa Segovia). La tradición cuenta que cuando entró la imagen, cesaron las defunciones y empezaron a mejorar los enfermos, cerrándose a los pocos días el hospital.
La hornacina representa la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno y bajo ella la siguiente inscripción: EN EL AÑO 1681 UNA EPIDEMIA ESPANTOSA OCURRIO EN ESTA CIUDAD Y HABIENDO SALIDO LA SAGDA. YMAGEN DE J.N. EN PROCESION Y VENIDO A ESTA CASA HOSPITAL DE EPIDEMICOS A LAS 3 DE LA TARDE DEL 11 DE AGTO, SE OBSERVO DESDE EL MOMTO. UNA GRAN MEJORA Y CESE DE LAS MUJERES, A LOS POCOS DIAS SE DECLARO LA POBLACION EN ESTADO DE SANIDAD Y CERRADAS LAS PUERTAS DEL HOSPITAL SE DEPOSITARON LAS LLABES EN LAS SAGDAS MANOS DE NTO PADRE JESUS.