La cómoda aparece en Italia a finales del siglo XVI, evolucionado del arca. El arcón resultaba muy incómodo, a la hora de coger algo del fondo, había que revolver todo o vaciarlo para poder cogerlo.
Hubo un momento en que se guardaban los objetos en gavetas o cajas dentro de los arcones, esto también resultaba bastante incomodo al coger algo que estuviera en el fondo de alguna caja.
Con el tiempo se llegó a quitar el frente del arcón, de manera que se pudiera tirar de las cajas a lo largo de una acanaladuras, se adaptaron unas asas a las cajas y así apareció el arcón con cajones, llamado más tarde cómoda por lo cómodo del invento.
Con el tiempo se convirtió en un mueble de dormitorio y se le fue añadiendo un espejo fijo.