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Torre de Barcas
Castillos y murallas
Código PIA 01140550021.
Se localiza en un cerro poco prominente de unos 490 metros de altitud.
Desde
ella sólo se divisan la Torre del Espartal a 225º y la Torre de Fuente
Alhama a 350º, sin embargo, su campo de visibilidad es suficiente para
ejercer su papel de defensa del fértil valle medio del Salado en su
confluencia con el Río Zagrilla, vía natural de acceso a la comarca de
Priego desde el norte y Alcaudete, pues el actual paso o desfiladero de
Las Angosturas que permite comunicar esas dos poblaciones fue abierto en
el siglo XX. Esta torre ejercería, así, una función de vigilancia del
viejo camino de Priego de Córdoba y de sus contactos con otras áreas a
través de todas esas torres.
Es una torre que aparece asentada
sobre la cota más alta de la pequeña meseta de forma ovalada de un
disimulado pero estratégico cerro que vigila y controla el viejo camino
de penetración desde las Sierras Subbéticas de la comarca de Priego de
Córdoba a las tierras oligocénicas de la campiña cordobesa, siguiendo el
fértil valle del Río Salado, preñado de ricas huertas y campos de
frutales. Bellísimo paisaje de quebradas colinas, barrancos, montañas,
desfiladeros, cabezos y tells coronados de antiquísimos hábitat y de
torres medievales guardianes de pasos y defensores de campos de cultivo,
sustento de sus pobladores tales como el Cerro de la Cruz, las Cabezas
de Fuente Tójar, la Torre del Esparragal, las Tres Torres, las Cabezas
del Camino del Tarajal, Torre de Fuente Alhama, Torre del Morchón, los
Castillejos, y tras vadear el Río Salado penetrar en los campos de Luque
y Baena por las ciudades íbero-romanas de Almanzora y El Salobrar.
La
torre es de forma prismática, de una gran belleza y elegancia,
magníficamente construida, con una altura de unos 16 metros, presentando
8,2 de longitud en los lados que miran al Este y Oeste, y 8,4 en los
lados Norte y Sur. Está levantada sobre tres plataformas que, a modo de
podio escalonado, sobresalen del perfil de la torre en unos 10
centímetros cada una (excepto la primera, que sólo sobresale 5
centímetros), midiendo estos escalones 15 centímetros de altura cada
uno. Toda la torre está construida con aparejo isódomo de sillares de
piedra caliza de forma prismática, bien tallados, encontrándose
reforzando las esquinas los de mayor tamaño (70 x 30 x 25 centímetros) y
los más irregulares en las zonas medias de cada una de las cuatro
caras. Al igual que en el muro de la fortificación, aquí también, en las
cuatro caras de la torre, podemos apreciar la existencia de cemento de
revestimiento irregularmente distribuido por la superficie. Por otra
parte, esta torre presenta una abertura o ventana en cada una de las
cuatro caras; las que miran al norte y al sur están abiertas a una misma
altura - unos 9 metros - mientras que las que vigilan al este y al
oeste " la impresionante mole de la Sierra Alcaide por un lado y por el
otro el curso del Salado, respectivamente - están igualmente a una misma
altura pero algo más altas que las anteriores "de unos 9,5 a 10 metros -
. Todas ellas vienen a tener unas mismas dimensiones - 1x1,2 metros - y
un arco carpanel, sin embargo, la de la fachada norte, en la
actualidad, posee el vano cerrado en parte con obra de tapial,
posiblemente realizada recientemente. Además, la pared de la torre que
mira a Poniente (Sierra Alcaide) presenta otra ventana de mayores
dimensiones -1 x 2 metros - que las anteriores descritas y con arcos
escarzanos, practicadas en tan sólo 3 metros de distancia del suelo y
desplazadas hacia la esquina Noroeste de la que se separa algo más de 2
metros. La puerta de entrada a la torre está abierta en la cara norte,
presentando un vano de 1,2 x 3,2 metros con arco ojival.
Un
dato curioso y digno de destacar por su carácter excepcional en esta
torre es la existencia de dos escudos o blasones en relieve con el mismo
motivo pero desigual tamaño: uno, más pequeño, aparece centrado en la
fachada norte a poco más de 12 metros del suelo y de unas dimensiones
aproximadas de 60 x 45 centímetros; mientras que el segundo, igualmente
centrado, aunque en la pared oeste, se encuentra a unos 13 metros del
suelo, siendo de un tamaño algo mayor que el anterior. El motivo de
ambos escudos, fabricados en piedra caliza, se reduce a tres bandas
horizontales sobre un campo de forma triangular con los bordes
curvilíneos.
En la zona superior de cada una de las cuatro
caras se abren tres grupos de tres desagües cada uno para la evacuación
de las aguas pluviales, construidos de elementos de piedra sustentados
por ménsulas con motivos o piezas reaprovechadas de otras
construcciones, como pequeñas columnas, volutas y algún velado atlante.
El
interior, con paredes de ladrillo y revestimiento de estuco en algunas
zonas, consiste en una pequeña habitación cuadrangular de 11 metros
cuadrados, que en época cristiana debió de servir de titulis, con un
reducido septum, de algo más de 2 metros cuadrados, al fondo, decorados
los arcos de pintura roja y el resto hasta el suelo de blanco, todo muy
descuidado, sucio y abandonado "al parecer sirvió esta torre en época
reciente de palomar y almacén de aperos de labranza-. Se cubre esta
planta baja de una cúpula construida de ladrillo por aproximación de
hiladas sustentada por cuatro pechinas (la del ángulo Sureste destruida)
para dar acceso mediante una escalera a un piso superior igualmente
cubierto por otra cúpula y respectivas pechinas, de las mismas
características que las de la planta baja.
Por todo esto
esta torre, pese a ser una excepción entre todo el conjunto de las
restantes que la circundan, se podría incluir en el grupo de las torres
de forma prismática como la Torre de la Plata y la Torre Morana; en
especial con esta última la similitud es más próxima, ya que presentan
el mayor número de características y elementos comunes: aparejo isódomo,
puerta de entrada con arco ojival, cúpulas de ladrillo por aproximación
de hiladas entre otras.
Toda la zona sur, la más amplia de
la pequeña meseta, aparece fortificada por una línea de murallas que
envuelve, rodea y defiende a la torre. La esquina sureste de esta
fortificación forma un importante bastión de algo más de 22 metros
cuadrados y con tajos de más de 20 metros de roca natural que derraman
al río Salado y a la carretera y camino viejo de Luque a Priego por
Fuente Alhama. El aparejo de la fortificación, en casi toda su
extensión, es isódomo con sillares regularmente labrados y de un tamaño
medio de 40 x 25 x 25 centímetros, revestidos de argamasa o cemento de
una cierta dureza. El perfil del muro E de la fortificación está
levantado por un imperceptible escalonamiento compuesto de tres peldaños
de pocos centímetros de saliente de uno a otro. Toda la superficie
fortificada es de unos 240 metros cuadrados.
En opinión de A.
Arjona, la Torre de Barcas fue construida en el siglo XV y controlaba un
importante vado sobre el río Zagrilla. Es más, según este autor, puede
tratarse del castillo que aparece en algunas fuentes escritas musulmanas
con el nombre de Isbarragira o Asbarragayra. Sin duda, resulta lógico
pensar, como ha ocurrido con muchos topónimos, que el nombre del actual
paraje - y aldea- prieguense así denominado haya derivado de este
topónimo árabe y, de hecho, la única fortaleza visible por el entorno
que verdaderamente haga honor a su condición de "castillo" es el recinto
fortificado que rodea la Torre de Barcas, más que la torre en sí, ya
que ésta es posterior y edificada al parecer sobre ese recinto. No
obstante, también es posible que esa identificación no sea apropiada,
pues la palabra Asbarragayra se puede traducir por "campo abundante de
espárragos", lo que es aplicable a muchas zonas geográficas. Haría falta
una investigación más profunda para resolver esta cuestión, pues, como
hace ver V. Martínez Enamorado, la simple equivalencia toponímica no
debe ser motivo para la identificación.
Retomando los datos
sobre la torre propiamente dicha, Peláez del Rosal y Quintanilla Raso
nos dicen que a partir del siglo XV los documentos reflejan la
agregación a la tenencia de Priego de una fortaleza llamada Barcas,
situada en las proximidades de esta villa y que a todos los efectos
dependía de ella, permaneciendo al cuidado una guarnición militar. Para
su abastecimiento se le otorgaba a este señor una cifra aproximada de 44
cahíces de trigo y 5 de cebada, que sumaban a la paga alimenticia de
Priego. Igualmente a la dotación económica de la fortificación, el mismo
autor se refiere afirmando que a la paga de Priego había que sumar la
paga de los 30 vecinos del castillo de Barcas, que consistía en 5.500
maravedíes y 60 cahíces de trigo. En el año 1453 la cantidad de
maravedíes que recibió Pedro Fernández de Córdoba para la paga, tenencia
y "lleva" de pan para Priego y Barcas era de 75.180. Como indican A.
Sánchez y J. Hurtado de Molina, estos libramientos son indudablemente
interesantes para el investigador porque reflejan con bastante exactitud
los recursos militares.
Indica Arjona que el nombre de
Barcas puede tener unas raíces anteriores a la conquista musulmana de
Priego, según el Libro de la Montería de Alfonso XI. El origen de ese
nombre sería la palabra Barqa, que era el lugar de procedencia de los
beréberes Banu Muhallab, y esa palabra ha podido perpetuarse en el
topónimo de la torre. También A. Sánchez y J. Hurtado de Molina
atribuyen a este lugar un origen árabe en virtud de ese significado
toponímico. Estaríamos hablando, pues, de un origen para este lugar
remontable al siglo IX, en que sería primeramente ocupado por esa tribu
bereber, responsable de la construcción de una fortificación llamada
Asbarragayra. Luego, como ya se ha indicado, los señores de Priego
levantarían en el siglo XIV y sobre los restos de esa fortificación la
torre que hoy vemos.