Uno de cuyos balcones se desprendió con el peso de varias damas de
la alta sociedad giennense cuando presenciaban el paso de la procesión
del Corpus Christi de 1.877. Resultó muerto en el acto un niño que
estaba en la acera, bajo el balcón, con su criada, además de varios
heridos graves.
La después Marquesa de Blanco Hermoso, que fue
la persona más gravemente lesionada, logró sanar y, en agradecimiento,
regaló a Nuestro Padre jesús la preciosa cruz de palo santo con adornos y
remates dorados que desde entonces llevó a cuestas en todos los
desfiles procesionales (para preservar esta magnífica cruz original hace
años que la Cofradía encargó una réplica de la misma).
Esta casa de los Aranda fue en la última postguerra la sede de la Delegación Provincial de Sindicatos.
Vivió el Alcalde de Jaén D. Cándido Carrasco.
Posteriormente transformada por D. Ángel Sala en la Clínica del Perpetuo Socorro.