- Cola del Pantano del Rumblar que baña la ladera del Castillo de Burgalimar en el Cerro del Cueto.
- A modo de cuña, entre el Cerro del Cueto y el Cerro Gólgota, se abre el Barranco de Valdeloshuertos.
- Posiblemente se trate de la desembocadura de un viejo río que se abrió paso entre los terrenos de arenisca y pizarra, excavando las aguas del interior de la sierra al horizonte marino situado durante el Mioceno sobre lo que hoy es la llanura que se extiende a los pies del pueblo.
- Durante el Mioceno (entre 23 y 5 millones de años), se rellena la fosa y desaparece el mar. Ahora la llanura bascula hacia el barranco permitiendo que todas las aguas del llano deriven, a través del Arroyo de Valdeloshuertos, hacia el nuevo eje hídrico del Rumblar.
- La construcción de la presa de La Lóbrega, durante la década de los años treinta del siglo XX transformó el arroyo en cola del embalse (Pantano del Rumblar), ocupando, en parte, un patrimonio etnológico de carácter sobresaliente.
- En el fondo del arroyo formaba una sucesión de pequeños huertos encajados en el barranco, que regaban con el agua que venía de la zanja del valle. Aún podemos apreciar alguna pequeña casa de huerto, construida con pizarra extraida a pie de la casa, varias norias y una alberca con lavadero.
- En las laderas iban sucediendose en altura quiniones de cereal, que tenían la era de pan trillar situada en la cima.
- Muy en altura, en la margen derecha del arroyo se sitúa el Rajal de las Colmenillas, corral pétreo en pendiente que contenía hiladas de almendros y colmenas de abejas.
- También en el barranco se distribuyen las cuatro fuentes que surtían de agua a las gentes del pueblo: la Fuente de la Cayetana, la Fuente Socavón, la Fuente Pacheca y la Fuente de Salsipuedes.