Fue construida en 1955 según proyecto de Ramón Pajares respondiendo al concepto de funcionalismo y falta de ornamentación que se iba imponiendo en el arte religioso.
El templo es de planta rectangular de tres naves resultando la central tremendamente desproporcionada con respecto a las laterales, concebidas estas con fines deambulatorios.
La central está cubierta con placas de estuco.
El altar mayor presenta un inmenso mural a modo de telón de fondo, del pintor Francisco Baños, con un concepto geométrico tanto en la composición como en las figuras, que tiene como motivo central la figura de Cristo Rey.
La sacristía se dispone tras el presbiterio, perpendicular al eje de la iglesia.
La fachada está compuesta simétricamente por dos torres y atrio porticado.
A la iglesia se accede por una gran escalinata.
En ella se guarda el Cristo de la Humildad, talla anónima del siglo XVI, que procesiona la Hermandad del Silencio.