Fue construido en la segunda mitad del siglo I d.C.
Con losas poligonales de caliza, debajo de las cuales están los restos de una calle anterior de época republicana.
Al otro lado del kardo se alzó un santuario (Santuario del Kardo), quizás consagrado a dioses orientales.
La calle daba acceso a los peatones y al tráfico rodado a los edificios construidos en la ladera del Cerro del Molinete. Razón por la que presenta una pronunciada pendiente.
Hacia el sur, se dirigía al Teatro Romano.
Conserva las rodadas de las ruedas de las carretas y un sillar con un falo en relieve, elemento que protegía de los malos espíritus.