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Plaza de Risueño
Plaza del casco antiguo.
Forma parte del recorrido de las procesiones de la Semana Santa.
En ella desembocan las calles Don Roque y de la Caridad.
Con anterioridad a su actual nombre, el lugar era conocido como la «plaza de los Caballos», debido a que allí se encontraban las caballerizas de algunas gentes adineradas de la ciudad.
Posteriormente pasó a llamarse «Risueño» para honrar al médico liberal Benigno Risueño de Amador (1802-1849), nacido en Cartagena y que tuvo que exiliarse en Francia debido a la persecución absolutista.
Entrado el siglo XX, la plaza vio nacer al poeta Antonio Oliver en 1903 y acogió al Gran Cine Sport, de las primeras salas de cine de la Región de Murcia.
Estallada la Guerra Civil Española, durante el bombardeo de las cuatro horas (25 de noviembre de 1936) una bomba cayó sobre la plaza de Risueño, provocando un enorme socavón.
En marzo del año 1998 se concluyeron las obras de remodelación programadas por el Ayuntamiento de Pilar Barreiro, la última modificación que ha tenido la plaza.
Entre los monumentos presentes en la plaza destaca la Domus de la Fortuna, los restos musealizados de una domus romana del siglo I a. C. dotada de ricos mosaicos y murales, y cuyo nombre viene de la inscripción en latín "Fortuna propitia" que puede verse en la entrada de la vivienda.
En el centro de este espacio urbano podemos ver el Monumento a la Inmaculada, una estatua de la Inmaculada Concepción obra del escultor Manuel Ardil Robles (1954), y frente a ella el edificio del Gran Cine Sport, construido como mercado en 1880 por el arquitecto murciano Carlos Mancha con influencias de la arquitectura expresionista alemana, y acondicionado como cine por Lorenzo Ros Costa en 1925.