En la antigüedad, Cartagena estaba situada en una península rodeada por
el mar Mediterráneo al sur y al oeste, y por una laguna o estero al
norte, y estaba unida al continente por una pequeña franja de tierra.
Esta entrada estaba flanqueada por dos elevaciones llamadas Aletes, el
moderno Cerro de San José y Hefesto, el actual Cerro de Despeñaperros, a
continuación el cerro más elevado Mons Esculapi (Cerro de la
Concepción), frente a este el Arx Asdrubalis (Cerro del Molinete) y
Cronos (Monte Sacro). Está singular topografía condicionó la evolución
de su urbanismo a lo largo de toda su historia.
Antiguamente conocido como Monte Moloch o Baal (Mons Saturnus).