Se trata de una lujosa vivienda de finales del siglo II a.C con mosaicos.
Quedan restos de paredes con estuco original.
Fue demolida intencionadamente para la construcción del Teatro Romano en época de Augusto.
Se conserva sobre el suelo el derrumbe de la techumbre, con las improntas de cañas y cuerdas que conformaban su armazón.
Destaca el muro de aterrazamiento levantado en mampostería, a él se adosan distintos muros construidos con zócalos de piedra y barro, revestidos de enlucido blanco, pertenecientes a la última remodelación de la casa a mediados del siglo I a.C.