Esta puerta es una de las cinco puertas que a partir de 1913 fueron restauradas por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, quien para dicha labor contó con la inestimable colaboración del escultor cordobés Mateo Inurria.
Con una composición formada por tres calles verticales divididas en tres cuerpos cada una.
Los dos laterales constan de sendos vanos ciegos en los cuerpos inferior e intermedio y de una ventana cubierta por una celosía en el superior.
El cuerpo central es de mayor tamaño, teniendo la puerta adintelada y cubierta por un arco de herradura.
Con alfiz, y un friso de arcos ciegos sobre éste.
Con arcos geminados de los cuerpos laterales intermedios.
Sendos arcos polilobulados sobre las ventanas con celosías del cuerpo superior.