También conocida como Capilla de Nuestra Señora del Mayor Dolor por haber albergado en su interior una escultura de la Virgen de los Dolores, obra tallada alrededor de 1790 por el escultor aragonés Joaquín Arali. Tras ella, había un arcosolio policromado que aún es posible vislumbrar. La imagen representaba a la Virgen atravesada bajo su hombro izquierdo por una espada.
En la actualidad, esta talla ya no se encuentra aquí ubicada y, en su lugar, se puede ver un enorme cuadro que tapa casi por completo las policromías anteriormente mencionadas.
En cuanto a la portada, se sustenta en basas de mármol negro sobre las que apoyan sendas pilastras que sujetan un arco de medio punto. Éste está rematado por un entablamento y un frontón que acoge una imagen de San Francisco.