En ella, se han conservado cuatro arcosolios de estilo mudéjar y decorados con yeserías, además de las dos bóvedas estrelladas de estilo gótico.
Según algunos historiadores, los arcosolios fueron mandados hacer por la familia de los Fernández de Córdoba, si bien se desconoce hasta el momento quiénes se enterraron allí.
Éstos son de medio punto y están encuadrados por un alfiz decorado con ataurique.
Donde deberían ir los escudos familiares, permanece liso, pues no llegaron a tallarse.
También merece la pena destacar el arco de entrada, de forma apuntada, lo cual, junto al resto de características de la capilla, hace que se pueda enmarcar su construcción entre finales del siglo XIV y la primera mitad del XV.