También conocida como de los Visires, o de San Sebastián, nombre este último que aparece en el grabado que hay en el suelo frente a la propia puerta y que se tiene por el original, tomado por el vecino Hospital de San Sebastián. Un error posterior hizo que ahora sea conocida popularmente como Puerta de San Esteban.
Se trata de la entrada por la que se accedía desde la calle al oratorio de la Mezquita de Abd al-Rahman I, por lo que está fechada, en el siglo VIII, si bien sufrió una importante reforma en el siglo IX, momento en el que se le añadirían los motivos ornamentales. Esto queda patente gracias a la inscripción que hay en el arco y que señala el año 855 d. de C. como fecha de estos añadidos.
Su estructura la forma un vano adintelado sobre el que hay un arco de herradura ciego en el que se alternan las dovelas, con motivos vegetales, y grupos de ladrillos colocados de canto.
A los dos lados de la puerta, hay dos ventanas cerradas con sendas celosías de mármol blanco, de las que algunos autores afirman que son reutilizadas de la antigua Basílica de San Vicente.
Remata todo el conjunto, en la parte superior, un tejaroz de piedra sustentado por modillones y sobre el que hay una serie de almenas escalonadas.
En época cristiana, fue enlucida por completo, mientras que ya en el siglo XIX, las sucesivas restauraciones hicieron que perdiera gran parte de su aspecto original. Sin embargo, aún es posible ver en su parte exterior numerosos restos de los atauriques que la decoraban antaño.
Los modillones constituyen el elemento decorativo principal de los aleros de los tejados de esta fachada; si bien son de época de Abd al-Rahman III, algunos de ellos fueron repuestos a lo largo del segundo tercio del siglo XV con ornamentación gótica.